Lo que su polla provocó en mí
Fecha: 29/07/2017,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Enfebrecida, Fuente: CuentoRelatos
Es un tormento diario. Después de haberla visto accidentalmente, su imagen me persigue a todas horas.
Llegué cansada, tirando el bolso sobre la mesa, junto a las llaves; con la mente agotada me dirigí al baño buscando refrescarme un poco. Pero al abrir la puerta me consigo a mi hijo menor todo desnudo e imponente saliendo de la ducha, con la toalla secando su rostro y dejándome a la vista ese monstruo entre las piernas! Sólo pude ahogar un grito y cerrar la puerta pidiendo disculpas... pero ese instante bastó para perturbarme toda.
Llegué a mi cuarto temblando un poco por la impresión del susto, y luego por lo que vi. Mi mano instintivamente fue hasta mi pubis, necesitaba acariciarme y bajar esa calentura imprevista. Se me agolpaban pensamientos de remordimiento (¡es mi hijo!), de deseo, las ganas tanto tiempo acumuladas después de mi viudez... me imaginaba ese tronco en mis dos manos, quemándome, penetrándome profundamente... ya no era uno, sino dos y hasta tres dedos que invadían mi orificio sin darle descanso tampoco al clítoris… AHHHH... siii..AHHhg!!... UHMMMMMMMM... empiezo a correrme con descargas fuertes de electricidad... otra vez... AYYYY!! Sii... SII… SIIIII!
Descanso mis manos y las llevo a mi pecho. Me acaricio suavemente mientras busco recuperar mi ritmo de respiración normal. Quedo agotada y me relajo tanto que quedo dormida. Despierto luego a las horas y me doy cuenta de mi estado impropio a la vista de cualquiera, con la falta subida y sin ropa ...
... interior y los pechos fuera del sujetador. Me paro y me dirijo a la puerta de la habitación porque veo que no está totalmente cerrada. Dios qué vergüenza! La cierro entonces y busco cambiarme de ropa y reordenar mis pensamientos. ¡Es mi hijo! Sé que a sus 18 años es ya todo un hombre (y vaya que si lo es!) pero es mi pequeño.
Trato de buscarlo discretamente por la casa, pero me doy cuenta que salió. Seguro con la novia. Trato de seguir en mis cosas pero me cuesta.
Al día siguiente, tras un sueño agitado pero como si nada, nos vemos a la hora del desayuno. Nos damos un beso y le sirvo su café. Un cambio noto, ligero... como una extraña sonrisa, pero lo vuelvo a ver y no noto nada. Cosas mías. Le pregunto qué tal su noche y me contesta que bien, pero que hoy está algo cansado, así que le dirá a su chica que venga para la casa a pasar la tarde. Me pregunta por la mía y volteo a verle: Mi noche? en casa, descansando. Se me queda mirando y tengo que bajar la vista a mi taza, pues los colores se me suben al rostro.
Me despido y me dirijo al trabajo todo el día. Trato de distraer mis pensamientos, pero me cuesta. Al llegar la noche llego y los consigo, mi pequeño y su novia viendo la tele en el salón. Los saludo y pregunto por su hermano y me dice que está arriba en su cuarto. Me despido y subo a saludar al grande y lo consigo dormido. La habitación está algo calurosa y lo consigo sin arroparse y en interiores. Mi hijo mayor tiene 22 años y es muy alto. Le gusta hacer ejercicios ...