1. De Campamento III (jugando conmigo)


    Fecha: 04/09/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... vienen tu madre y tu hermana de camino, ya está anocheciendo. (suspira tratando de que no me percate de eso y prosigue). - Pequeño, te voy a echar de menos. (dice dándose la vuelta con la mirada caída y se dedica a salir de mi habitación, y yo no le pierdo ni pie ni pisada mientras me permita el espejo hacerlo). Mi corazón da un pequeño salto cuando veo que antes de irse definitivamente, con la cara untada de leve amargura, se da media vuelta y me contempla una última vez antes de desaparecer por el umbral de la puerta. Pasados unos 23 minutos aproximadamente. Escucho otra vez la puerta abrirse, la voz chillona de mi hermanita decir mil palabras por segundo y mi madre que extrañada por encontrar todo tan silencioso y tranquilo me llama. Luego de un momento se para en el marco de la puerta y mirándome algo preocupada por no haberme encontrado con los auriculares y conectado al pc me dice: - Hijo. ¿Estás bien? (con voz maternal y tierna a la vez que se acerca a tomarme la temperatura. ) Yo, al saber lo que se aproxima, hago como que estoy dormido y recuerdo que aún tengo a la vista los chupones de Airan y en mi intento de ocultar mis marcas, le agradezco a la oscuridad de la habitación y a las sabanas, que me dan el apoyo final, pues bajo ninguna circunstancia debía permitirle ver esas marcas en mi cuello. Ella por su parte, acercándose a mi como era de esperar, me pone la mano en la frente para tomarme la temperatura y yo me alivio que no haya llegado un poco antes, pues, si ...
    ... lo hubiera hecho, sin dudas hubiera encontrado en mi cuerpo una temperatura que el termómetro no hubiera podido explicar, pues así de intensas se ponen las cosas cuando me posee el efecto Airan. En eso mi hermana va directo a saltar sobre mí y mi madre, pensando que en realidad duermo, la sostiene y se lo impide, explicándole que estoy cansado y dormido y que debía respetarme en eso también. Aquello de alguna manera me agrada tanto que se dibuja en mi cara una sonrisa y no me doy ni cuenta en que momento me quedo realmente dormido. Durante unos dos días no vuelvo a saber de Airan, eso me hace sentir tal angustia que mi madre hasta sospecha que estoy entrando en depre o algo parecido y hasta insinúa que me llevaría al psicólogo y esas cosas. Yo por mi parte ni se lo confirmo ni se lo niego, cosa que la mortifica. Pero por alguna razón poco a poco fui perdiendo el disfrute de verla mal por mí culpa, de espacio fui entendiendo la razón por la que había hecho todo aquello y cada vez me interesa menos verla triste por causa mía. ¿será que estoy madurando?, bueno, eso el tiempo se encargará de decirlo. Yo comienzo por mi parte a dar señales de estrés y cada que sonaba el teléfono, mi corazón daba un salto. Solo podía pensar en alguien. Esta vez cuando tome la llamada, sonreí al escuchar del otro lado la voz de mi padre, quien a su vez hacia mil cien preguntas acerca de cómo estábamos mi hermana y yo, y claro, pidiendo que "quedara entre nosotros" me preguntaba también por mi madre. ...
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