1. Acampada en la playa


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... delante de él y meterle su polla dura como un palo en sus bocas, alternando una boca con otra.
    
    Resulta que mis secuestradores, eran unos salidos bisexuales u homosexuales, que lo único que querían era follar conmigo y pasarselo bien. Lo que estaba viendo me estaba poniendo caliente, yo esperaba poder aguantar sin follar con ellos, pero me lo iban a poner difícil, porque en el fondo estaba de acuerdo en casi todo lo que había dicho el muy maricón. Seguía metiendo de boca en boca su polla, y mirándome, mientras yo tirada en medio de la tienda, con el más joven de pie a mi lado, con su pedazo polla morcillona a medio metro mio.
    
    Él que me estaba mirando me dijo, "no te apetece comerte la polla que tienes a tu lado", yo le hice un gesto de desaprovación, aunque la verdad es que ganas de probarla si que tenía. Siguió: "Cógela y nota como se endurece y lo grande y dura que és", yo seguí negando con la cabeza, y me chillo "te he dicho que la cojas y menéasela, que todos hemos visto que sabes hacerlo muy bien". Obedecí, cogí aquel pollón y empecé a menearlo, a cada sacudida crecía más, de forma que al poco rato era más grande de lo que había imaginado cuando estaba morcillona. El que dirigía el asunto me dijo: "A que es enorme, a ver con la mano cuando tardas en hacer que se corra. Empieza ya". El jovencito se estiró en el suelo boca arriba a mi lado, yo me puse de rodillas a su lado, y empecé a masturbarlo, como me habían retado a hacerlo rápido, imprimé todo el ritmo que fui ...
    ... capaz, con la única intención de hacer que se corriera. No había manera, como aguantaba, me dolía la mano de darle, yo a todo esto estaba mojadísima, me hubiera apetecido metérmela en el coño, pero aguanté. Cambié de mano y volví a coger ritmo, nunca una polla se había resistido a mis manos, parecía que empezaba a quedarle poco aguante. Para hacerle aguantar menos, opté ,sin pensar realmente donde estaba, a meterme el glande en la boca, pasándole la lengua, y propinándole mordiscos con los dientes, sin parar de darle con una mano, masajeándole los huevos con la otra. Como no acababa de correrse, utilicé un último truco, que hace correrse en esta situación a cualquier tío al momento, sin parar de pajearle y comerme lo que podía de su polla, le metí un dedo en el culo, aguantaba, le metí otro y empecé a metérselos y sacárselos, hasta que finalmente no aguantó más, se corrió con grandes espasmos, a la vez que sujetaba mi cabeza de forma que no podía sacar la polla de mi boca. Me tuve que comer toda su corrida, que no fue poca, era proporcional al trabajo que le había hecho y al tamaño de los huevos que tenía, que hacían justicia a la polla que tenía.
    
    El que me estaba hablando se había corrido hacia rato en la boca de los otros dos, para después quedarse los tres mirándonos.
    
    Al ver que la polla que acababa de corrersse en mi boca, seguía dura hice el gesto de sentarme sobre ella, para poder cabalgar un poco sobre ella, yo ya había perdido mi compostura, y mi ninfomanía había ...