1. Acampada en la playa


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pero no gratis, tuve que follármelo en el coche delante de mi casa y beberme toda su leche, como pago a traerme a mi casa. Tuve que entrar desnuda en mi casa, por suerte no me vió nadie. Tuve suerte no cogí ninguna enfermedad venérea, ni SIDA, solo cogí ladillas, tarde varias semanas en recuperarme del desgarro anal, tuve cardenales durante muchos días, y mi coñito estuvo dolorido un par de semanas.
    
    No denuncié nada a la policía, ni volvi a ver a Javi nunca más. No he vuelto a practicar sexo nada mas que con mi marido Oriol y yo sola masturbandome. Hecho de menos a veces, una buena polla y un buen polvo, pero me aguanto y me conformo con lo que tengo, el castigo fue duro y no quiero volver a pasar por nada parecido. Oriol no sabe nada de todo esto, lo único que le conte es que había tenido dos pequeñas relaciones sexuales con un antiguo novio, y nada mas.
    
    Ahora tengo 34 años, hace 10 estoy casada con Oriol, y la vida nos va muy bien. Hago mucho deporte y sigo teniendo un cuerpo envidiable, con unas buenas tetas.
    
    Bueno como os contaba era viernes por la mañana y acabábamos de llegar a la playa, montamos la tienda y nos organizamos para estar allí hasta el domingo por la tarde. Tal como ya os había contado estaba previsto muy buen tiempo y no nos llevamos nada de ropa para estos días, por lo tanto los cuatro estabamos constantemente en pelotas. Esto de ir desnudos todo el día me calienta bastante, y voy casi todo el día muy mojada, y como Oriol no es ninguna máquina ...
    ... y además se corre rápido, y cuando se corre ya no le pidas que te haga un cunnilingus ni un trabajito manual, no es raro pillarme masturbandome, además sigo siendo igual de ruidosa que era al conseguir el orgasmo.
    
    Después de comer, estábamos los cuatro tumbados bajo una sombra en nuestras toallas descansando, la suave brisa que había, la tranquilidad que se respiraba, el murmullo de las olas, hizo que me fuera calentando y mi rajita se fuera humedeciendo. Observe que Marta y Cristina se estaban quedando dormidas, todavía me moje más al pensar que si se quedaban dormidas podríamos hechar el primer polvo del fin de semana. Tenía mis dedos en mi rajita mientras observaba a las niñas como se estaban quedando dormidas. Al poco rato se habían quedado dormidas, pense que tocaba follar un poco, me doy la vuelta para buscar a Oriol, y me lo encuentro dormido. Cualquier otra mujer hubiera despertado a su pareja, pero yo conocía a Oriol y solo hubiera conseguido enfadarlo, por lo cual tenía que esperar a ver si se despertaba antes que sus hijas.
    
    No era nuevo en mi encontrarme sola con ganas de sexo, opté por satisfacerme yo misma, allí tumbada entre mis hijas y mi marido continué con mis dedos en mi rajita, pero ahora el objetivo no era calentarme sino satisfacerme. Mis dedos aumentaron su ritmo en mi rajita, dedicándose sobre todo al clítoris, los dedos de la otra mano me los humedía en la boca y pellizcaba suavemente mis pezones. Tenía para mi mucho morbo y me era muy excitarme ...
«12...456...12»