1. Acampada en la playa


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que me acababa de hacer.
    
    Al poco oí detrás mio, a unos 25 metros, una rama romperse. Me levanté y al darme la vuelta volví a oir otras ramas romperse, pero no vi a nadie. Era extraño normalmente nunca hay nadie por aquí, pero después del reflejo de hace unas horas, y los ruidos de ahora, empezaba a pensar que podría haber una persona que se dedicaba a espiarme. Por una parte, inicialmente me preocupó, pero después pensé que si llevaba todo el día por aquí, y no se había dejado ver, ni nos había hecho nada, casí seguro que sería un mirón que había llegado hasta aquí. Esta idea me excitó, en el fondo a mi me ha gustado exhibirme siempre. Por lo tanto no pensaba tomar ninguna medida, sino todo lo contrario, si teniamos un espectador, habría que intentar darle espectáculo. Volví al otro lado de las piedras, donde seguían jugando Oriol y las niñas, no dije nada al respecto.
    
    Después de cenar, estuvimos un rato con las niñas jugando al lado del mar, había una noche cálida, la luna llena brillaba iluminando la playa, sólo se oía un ligero rumor del oleaje, los grillos, y en un momento dado oí un ruido de ramas. Sospeche que nuestro mirón ya había tomado posición, mi excitación aumento mojando mi entrepierna y endureciendo mis pezones.
    
    Cogí la mano a Oriol, la puse en mi rajita que estaba toda mojada, y le dije al oido "acuesta a las niñas y te espero aquí mojadita para hacerte un trabajito". Oriol se puso manos a la obra y al momento se llevo a las niñas hacia la tienda ...
    ... para ponerlas a dormir. Yo entré con ellos para dar las buenas noches a mis hijas y de paso coger la polla negra de latex, para ir entonándome hasta que saliera Oriol de contar un cuento a las niñas. Al salir de la tienda le di un beso húmedo a Oriol a la vez que le enseñaba el pollón que llevaba en la mano, y le susurré al oido "te espero en la arena de la playa, no tardes".
    
    Oriol tardaría unos diez minutos en salir, durante este tiempo yo podría darle un espectáculo porno al voyeur que debía estar por ahí cerca. Empecé lamiendo el enorme falo que me había traído para esperar a mi marido, la verdad estaba muy cachonda, hacía muchos años que no me exhibía, era como cuando iba a follar con mis antiguos novios a la vista de otra gente. Note que alguien se movía, en el lado contrario al de la tienda, por tanto Oriol no podía ser, quien fuera estaba convencida que ya se había dado cuenta que yo sabía que estaba allí, y que el espectáculo era para él.
    
    Mi coño estaba palpitante, necesitaba polla, mis pezones a punto de explotar, continuaba lamiendo el negro falo, mientras lo introcía más y más en mi boca, mientras con la otra mano iba trabajándome el coño. Mi coño seguía pidiendo algo más grande que tragarse, mis dedos no eran suficiente. El enorme falo negro lubricado por mi salive empecé a metérmelo en el coño, poco a poco, disfrutando de cada centímetro, cuando ya lo tenía todo dentro y empezaba a coger un ritmo de mete-saca, hoy venir detrás mio a Oriol.
    
    Oriol que debía ...
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