Después de mi divorcio me volví puta - Relatos Eróticos

Después de mi divorcio me volví puta

Hola amigos escribo este relato, ojalá y les guste, es más bien un poco de mi historia.
Mi nombre es "Ana" soy travesti de closet, desde siempre supe de mis preferencias sexuales pero mi familia me obligó a portarme como "machito" y terminé casando con una mujer a la que no quería, desde un principio nuestras vidas fueron un infierno y así vivimos por veinte años entre infidelidades por parte de ella y frustración por parte mia, al final logramos divorciarnos y yo me cambien al lado opuesto de la cd en una colonia popular, desde el primer día di rienda suelta a mis gustos y comencé a comprar ropa femenina, minifaldas, blusas de tirantes, cacheteros y tangas maquillajes y demás enseres que se necesitan para feminizarce, por fin mi vida empezó a tener sentido, aunque no podía mostrarme así en la calle pues en mi trabajo estaba bien claro el reglamento y no podía asistir vestido de chica, así que me convertí en travesti de clóset.
Al poco tiempo me hice una cuenta en una red social dónde subí algunas fotos vestida de nena y enseguida empezaron a llegar las solicitudes de amistad y tome como pasatiempo chatear con mis nuevos amigos todos los días por la tarde ya que salía del trabajo, a los pocos meses conocí a don Memo un señor de unos sesenta años pero bien amable, era el clásico señor un poco obeso, calvo y chaparrito aunque yo no soy muy alta sigo siendo más alta que el, pero era de un carácter muy alegre y eso me motivo a aceptarle la invitación para conocernos en ...

... persona, así que decidí invitarlo a mi casa ahí sería la cita.
En un principio yo solo pensaba en un revolcón
Ese día me puse un cachetero negro con morado de encaje, un Bra a juego, un minivestido también negro con transparencias moradas a los costados, maquillar mis labios y mis párpados y me puse unos zapatos de tacón no muy altos ya que todavía no dominaba muy bien los tacones de aguja, me serví una copa de vino y me dispuse a esperarlo, el llegó como a las nueve de la noche, vestía como eso clásico chavorruco, pantalón de mezclilla ajustado, playera tipo polo y tenis deportivos y gorra de beisbolista, debo de reconocer que cuando me saludo de beso en la mejilla su aroma me encantó ya que llevaba un perfume caro.
Lo invite a pasar y le invite una copa y nos acomodamos en la sala, platicamos de mil cosas durante casi dos horas, en determinado momento me pidió el baño prestado y al regresar ya no se sentó en el sillón donde estaba sentado si no que se sentó junto a mí y poniendo un brazo por detrás de mi cuello me besó sin pedir permiso, yo correspondi a su beso mientras con la otra mano acariciaba mis piernas cruzadas, yo decidí sobar su pene por encima del pantalón el cual ya estaba bien duro.
Después se unos minutos de faje me puse de pie y lo tome de la mano para conducirlo a mi recamara y mientras caminaba delante de él voltee a ver su cara y pude observar que no quitaba la vista de mis nalgas, parecía hipnotizado con el Bamboleo de las mismas debajo de mi vestido al ...