UNA NUEVA VECINA - Relatos Eróticos

UNA NUEVA VECINA

... cogidas…, hasta llegar la mañana e ir a trabajar.
No era raro que cuando venía más temprano, notaba que Aldi estaba roja, caliente y húmeda… Quería decir que había estado con su amiguita Efigenia, quien evidentemente, se sentía muy complacida con Aldi. ¡Las nenas se satisfacían mutuamente! Eso me parecía fenómeno. Sabía que aunque hubiera tenido orgasmos, Aldi estaba siempre dispuesta a recibir una pija en alguno de sus agujeros. Así pasaron un par de semanas. Todo muy bien. El departamento nunca había estado tan limpio ni ordenado. Hasta cuando cogíamos antes de la cena, las nenas cambiaban las sábanas y dejaban la cama impecable, para que Mami no se sintiera incómoda.
Así estaban las cosas: ¡muy bien!
Una de esas tardes, luego de una hermosa cogida con Aldana –como siempre, por otra parte-, estábamos relajándonos en la cama, cuando habló la nena…
-Efigenia quiere acostarse con vos…
-¡Cómo!
-Si, me preguntó si podías estar con nosotros…, cuando estamos “jugando”.
-¿Y por qué lo quiere hacer conmigo? ¿No tiene algún amiguito que le haga el favor?
-No, no lo tiene… ¡y es virgen!
-¡No! ¡Ni en pedo! ¡Que la desvirgue otro!