linda - Relatos Eróticos

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... alguna manera con su mejillón justo contra la entrepierna.  Su lengua estaba lamiendo los labios de mi vagina.  Volviéndome absolutamente fuera de mi mente.  Abrí más mis piernas y su lengua subió dentro de mí.  No pude contenerme más y llegué al clímax.  Mis piernas estaban todas gomosas;  todo lo que pude hacer fue agarrarme a la valla para no caerme al suelo.  Siguió lamiendo todo el tiempo su lengua subiendo dentro de mí.  Mi vagina estaba babeando con jugo y él seguía lamiéndolo.

Gradualmente solté la cerca de alambre y me puse de rodillas.  No tuve que decir una palabra.  Lucifer sabía que era hora de criar a la perra.  Me incliné con mi trasero hacia arriba en el aire, mi pierna abierta y la cabeza hacia abajo.  Se puso encima de mí su pierna delantera uno a cada lado de mí.  Teníamos la altura adecuada el uno para el otro.  Podía sentir su enorme polla puntiaguda tocando los labios de mi vagina.  Sentí sus caderas bombeando y la punta de su polla encontró la entrada a mi coño recalentado.  Obtuvo la punta dentro de mí y comencé a sentir esa enorme y gruesa polla avanzando poco a poco hacia mí.

Llegué al clímax de nuevo;  solo la idea de tener una polla de perro dentro de mi coño me envió al límite otra vez.

Podía sentir el líquido preseminal saliendo de su polla lubricándome mientras empujaba más profundamente en mi vagina.  Entonces lo sentí.  El nudo de su polla a la entrada de mi coño.  Esto fue.  Esto es lo que siempre había querido.  Quería ese enorme ...

... nudo dentro de mí enganchándome a él mientras vacía sus testículos dentro de mí.

Gemí cuando él empujó hacia mí.  Sentí que me estaban estirando hasta el límite, y lo estaba.  La bola o nudo en su polla tiene casi tres pulgadas de diámetro.  Lo metió dentro de mí y sentí que mi vagina se cerraba a su alrededor apretándose y encerrándonos juntos.  La cabeza de su polla estaba empujando contra la entrada de mi útero.  Podía sentir la presión en el fondo.  Dios, quería que empujara más fuerte y llevara su polla directamente a mi útero.  Quería que disparara mi matriz llena de esperma de perro.

Empujé hacia atrás y sentí que algo dentro de mí cedía.  La punta puntiaguda de su polla estaba dentro del cuello de mi útero.  Sentí su líquido espeso de gusano brotar en mi útero, y nuevamente llegué al clímax, mientras vaciaba todo el semen lleno de esperma espeso y cremoso dentro de mí.

Recuerdo que el único pensamiento en mi mente fue espero que me deje embarazada, quería tener una camada de cachorros.

Sabía que eso no era posible, pero todavía quería que sucediera.  Podía sentir su semen llenándome y quería alguna gota que pudiera obtener.  Sentí que la presión dentro de mí se acumulaba mientras se vaciaba una gran carga dentro de mí.  Empezó a intentar retroceder.  No había forma de que estuviéramos enganchados como yo quería.  Siguió sacudiéndose dentro de mí tratando de salir.  Tuve otro clímax más, mientras permanecíamos encerrados juntos.

Recuerdo mirar hacia la ...