El verano pasado
Fecha: 11/09/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la vuelta e hice la misma función, le apliqué bronceador por el abdomen y las
piernas, entonces me dijo:
-Ponme en las tetas también, que se me van a quemar.
Eché un chorro de crema sobre sus pechos, que parecían dos flanes, morenos y perfectos, empecé a masajeárselos con cuidado, como si no quisiera que advirtiera que me gustaba tocarlos. Cuando acabé se ofreció para ponerme a mi y pensé, por que no?
Repitió lo que había hecho yo anteriormente, sus manos eran suaves, echó crema en mis tetas, las cuales empezó a masajear no tan suave como lo hacía yo, parecía que no le importaba que yo me diera cuenta de que estaba disfrutando, siguió bajando hasta mi abdomen, con las dos manos hacía suave presión hacia abajo, era muy relajante aunque yo no estaba demasiado relajada, más bien empezaba a estar excitada, puso un poco más de crema en su mano y con la otra la frotó para tener las dos impregnada, empezó a aplicármela en el pubis, yo me sobresalté un poco, no me lo esperaba, ella se rió y me dijo:
-También hay que proteger el chochito, si no se te va a quemar.
Con una mano me masajeaba y con la otra me iba abriendo las piernas muy despacio, y poco a poco bajaba para tocar mis labios, yo levanté la cabeza sorprendida y dijo:
-Lara relájate, que estamos de vacaciones.
Se mordía los labios a la vez que seguía tocando, y me abría el coño para poder palpar mi clítoris y moverlo suavemente con movimientos circulares, hacia arriba y abajo, yo estaba muy excitada ...
... y me dejaba hacer, mi respiración era agitada y mi espalda se arqueaba a causa del placer. Metió su cabeza y con sus labios agarró mi clítoris, lo apretaba suavemente y con la lengua lo acariciaba y lo presionaba, con el dedo me acariciaba el agujero de mi coño, me estaba dando un gusto aquella zorrita...
En aquel preciso instante apareció Iván, con una jarra de sangría y tres vasos, con una sonrisa en la boca, lo dejó todo sobre una mesita y se sentó en una hamaca a observar el espectáculo que Ana y yo estábamos dando, exclusivamente para él.
Mientras miraba se acariciaba la verga, ya visiblemente dura y tiesa, aunque aún llevaba puesto el bañador, cuando creyó que ya estaba lo suficientemente caliente se acercó a nosotras, se inclinó sobre mi y empezó a chuparme las tetas, con la mano se las sobaba a su mujer, estaba gozando como nunca lo había hecho.
Tiré de su bañador hacia abajo, para sacar su estaca, cuando la tuve ante mis ojos me la acerqué a la boca y empecé a chuparle la punta, a mordisquearla, hasta metérmela en lo más profundo de mi garganta, Ana seguía comiéndome el coño y el ano, mmm estaba muy, muy caliente, tardé segundos en correrme en la boca de mi amiga, la cual saboreó hasta la última gota.
Ana se incorporó y se puso a horcajadas sobre mi, ofreciéndome su coño abierto, el cual yo no rechacé para nada, se lo lamí como se lame un dulce helado, me lo metí todo en la boca saboreando su clítoris, su agujero, todo, mientras le apretaba las tetas y ...