UN LUNAR INDISCRETO
Fecha: 12/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: richard kajagoo, Fuente: RelatosEróticos
UN LUNAR INDISCRETO
Este relato podría decirse que es la continuación de SEXO NOCTURNO EN LA PLAYA a pesar que sucedió 2 años después de esto, y les voy a explicar por qué.
Tengo un lunar de nacimiento, casi en forma de media luna, a unos 15 cms abajo de la nalga derecha, y a partir de ahora empezaré una suerte de saga con historias que me han pasado debido a este lunar ‘indiscreto”.
Yo en los 80’s, a los 17 años jugaba fútbol en la Liga de Puente Piedra, era lateral derecho, o marcador de punta como se le conocía en aquellos tiempos. Al presidente del club donde jugaba le gustaba apostar con los otros presidentes cada partido que se jugaba. Este no fue la excepción, así que hizo una puesta considerable en dinero con el otro presidente más 5 cajas de cerveza. Demás está decir que antes del partido nos arengó al máximo, ofreciéndonos un bono si ganábamos el encuentro. Ese día yo estaba medianamente inspirado, me jugué un buen partido. El encuentro fue muy reñido, algo de pierna fuerte, un par de conatos de bronca, un expulsado por equipo. Un buen partido, para qué. Al final ganamos 3-2, pero yo, como decía, estuve medianamente inspirado, metí el 2-2, y faltando 2 minutos, le puse un pase en callejón, un pase milimétrico de casi 30 metros a nuestro delantero, que quedó solo frente al arquero y luego de sortearlo puso el 3-2 definitivo.
Demás está decir que nuestro presidente estaba de lo más feliz. Tanto el delantero (que hizo 2 goles), como yo recibimos “cariños” ...
... especiales de nuestro presidente. El presidente del otro equipo, un hombre mayor, fanático del fútbol, se acercó a felicitarnos y a pesar de haber perdido la apuesta, celebraba el partido por lo bien disputado (fue considerado el partido de la fecha), y nos invitó a tomarnos unas “aguas”, en la sede de su club, que estaba a 15 minutos del estadio. Así que por mandato de nuestro presidente, nos fuimos a la sede del otro equipo a tomarnos unas cervecitas de rigor. Nuestro presidente, un hombre efusivo y de gustarle llamar la atención hablaba en voz alta de las bondades de su jugadores, y tanto el delantero como yo éramos motivo de elogio por parte de él. Compartimos un buen momento tomándonos unas cervecitas con los miembros del otro club, en eso estábamos, cuando en eso, al otro lado de la sala, había un tío que se me hacía conocido, no me acordaba de dónde pero, sabía que lo conocía de algún lado. Y al juzgar por las miradas que me daba, asumí que a él también le pasaba algo parecido.
Nos acabamos las 5 cajas de cerveza (éramos como 30 personas), y el tío que les digo, habló con su presidente y el mío y les ofreció un par de cajas más de su parte, pero con la condición que lo acompañe un miembro de mi equipo para que lo ayude a traer las cervezas. Y antes que alguien diga algo, dijo; “Presi, que me acompañe su marcador, parece que es un tipo tranquilo”. Nuestro presidente volteó a verme y me dijo: “Anda acompaña al señor a traer unas cajitas más de cerveza por favor, hijo”. ...