Ceci, peteando con unos amigos (parte 2)
Fecha: 14/12/2022,
Categorías:
Sexo oral
Tus Relatos
Autor: BlackHoleSid, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Después del espectáculo entre Leandro y Ceci, tanto Mati como yo, teníamos muchas ganas de probar con ella. Es verdad que tras nuestros breves encuentros de hace un mes empecé a sentir algo, pero ahora que mostraba su verdadera naturaleza yo solo quería disfrutar al máximo de las habilidades de esta puta.
Ceci bailaba, bajo los efectos del alcohol y el MDMA, ensimismada sin prestarnos la menor atención, aún con restos de la leche de Leandro entre su larga melena negra – ahora totalmente despeinada – y en sus pantalones de jogging. Eso hacía que nuestras pijas se pusieran más duras aún.
Me acerqué y me puse a bailar con ella, y para sorpresa me agarró por la cintura y comenzó a besarme. Su boca sabía a una mezcla de cerveza y semen… superada la primera repulsión, continué excitado pensando que por el momento sólo había tragado una parte de lo que le quedaba por mamar.
Aprovechando que estábamos chapando Mati se colocó detrás de Ceci, y agarrando sus jogging por los extremos tiró fuerte hacia abajo, bajándoselos hasta las rodillas. Ceci entonces movió sus piernas facilitando el fin de la operación de Mati y quedando descalza en el living, mostrándonos su excelente cola paradita y portadora de un finísimo tanguita negro. Con gestos Mati me pidió que la agachara, yo le acerqué una silla para que se agarrara con las manos y empujé con suavidad su espalda hacia abajo, quedando ella en una posición perfecta para comerle la cocha, algo que Mati no demoró en hacer.
Saqué las ...
... tetas de Ceci por encima de su top y comencé a acariciarlas, al mismo tiempo, Mati pasaba con habilidad su lengua por los labios de su cocha y el agujero de su orto – el mismo orto que disfruté con placer 10 días atrás -. Ella gemía al ritmo de los movimientos de Mati, parecía concentrada, con sus pequeños ojos ligeramente caídos cerrados y su boca, aún enrojecida por el duro castigo al que la sometió Leandro, enrojecida. Saqué entonces mi verga y se la acerqué, al principio reaccionó girando la cara, la agarré entonces del pelo y la traje con fuerza hacia mí. Entonces abrió su boca y pude meter mi verga, bastante grande por cierto, hasta el fondo de su garganta. Ceci mamaba mientras Mati la lamía enterita sin solar sus manos en ningún momento de la silla.
Para que chupara más profundo, separé sus manos de la silla y la giré, forzando a Mati a correrse un poco hacia su izquierda, coloqué entonces las manos de Ceci detrás de mi espalda, en una posición desde la que podía mamar mucho más fácilmente. Por su parte, ella parecía hipnotizada, siguiendo las indicaciones que le dábamos y ejecutando todo a la perfección. Leandro quitó la música y se encendió un pucho, observando desde el sofá la escena con una sonrisa complaciente. Ahora, en el silencio del living solo se escuchaba el mecánico succionar de Cecilia.
Mi verga estaba ya muy dura, pero no quería acabar aún, así que con unos gestos indiqué a Mati que cambiáramos de posición. Rápidamente Mati colocó su enorme pija – porque ...