Mi primera garganta profunda
Fecha: 30/07/2017,
Categorías:
Gays
Hardcore,
Autor: gagmespain, Fuente: xHamster
Siempre he sido un mamón de primera, desde mis inicios. Disfruto con una polla en la boca tanto o más como quien recibe mi mamada, creo que ese es el secreto. Escucho los gemidos y gruñidos para saber cómo y donde le gusta a mi pareja.Hace años, estaba tomando el sol en mis vacaciones de Semana Santa en una ciudad costera. Me gusta buscar sitios tranquilos, sin gente y tomar el sol desnudo. En una ocasión, se puso cerca un tipo de los que me gustan: No era el típico guaperas, ya había pasado los 40, tenía algo de barriga, alguna cana y una buena cantidad de vello en el pecho. eso es algo que siempre ha ha vuelto loco. Tengo que reconocer que al principio, no me gustó que estando la cala vacía se pusiera a pocos metros; siempre he sido algo tímido, así que procuré ignorarlo por completo. Me puse boca abajo e intenté echar una cabezadita. De ver en cuando, oía sus carraspeos, como para hacerse notar y de vez en cuando, yo miraba. Veía como él "distraído" se pasaba ocasionalmente la mano por la polla, o se despegaba los huevos. A pesar de mi timidez, fue consiguiendo llamar mi atención y procuraba mirarlo con disimulo. Mis pulsaciones cada vez estaban más aceleradas e incluso sentía un zumbido y un hormigueo en los oídos.Finalmente se acercó a mí y comenzó una conversación banal. No la recuerdo muy bien, porque como dije, de ésto hace ya mucho tiempo. Si que recuerdo que el seguía tocándose "distraídamente" la polla y yo no podía evitar la mirar aquello. No es que fuera enorme, ...
... pero si era bonita. Al final me soltó un: te gustaría tocarla? has tocado alguna vez una? Yo no sabía ni qué contestar. Me gustaba, quería; pero entonces me daba vergüenza el estar al aire libre, aunque por lo tarde que se estaba haciendo y al ser un día entre semana, era poco probable que apareciera más gente, así que tras un titubeo y mientras mis pulsaciones y el zumbido iban a más, agarré aquel cacharro con la mano y comencé a acariciarlo sin decir nada. Imagino que a él mi timidez le excitaba aún más, porque enseguida se puso como una moto. El me pellizcaba los pezones haciéndome algo de daño, pero aquel dolor repercutía directamente en mi polla, que ya estaba babeando.Agarró mi cabeza, al principio con suavidad y sin decir más fue acercándola a su polla. Comencé lamiéndole los huevos, que llevaba afeitados, metiéndome uno y luego otro en la boca. le lamí las ingles y fui subiendo por su tronco, mordisqueando suavemente, escuchando sus gruñidos (cuando mi pareja gruñe o gime, me excita muchísimo) No quería aun metérmela en la boca, quería que el lo deseara de verdad, así que jugaba con los pelos de su pubis, le lamía y mordisqueaba los pezones, supuse que si a el le gustaba pellizcarme los míos, también le gustaría que se lo hicieran. Cuando me metía su polla en la boca, atrapé su capullo entre la lengua y el paladar, mamando como si fuera un becerro. Empecé un sube y baja entre gemidos, mientras a la vez movía lentamente arriba y abajo mi mano en su verga: Cuando sacaba ...