Mi primera garganta profunda - Relatos Eróticos

Mi primera garganta profunda

... de la boca su polla, movía hacia abajo para liberar el glande del prepucio y viceversa. El tío gemía como un loco.Supongo que él notaba que en el sexo, me gusta ser sumiso y complaciente, asi que me dijo: Espera.Comenzó a hacer un montículo de arena y puso sobre él la toalla, ordenándome que me tumbara allí, boca arriba. Yo no entendía nada, pero quien mandaba era él, por tanto le obedecí y tras unas indicaciones conseguí colocarme en la postura que me decía. Luego entendí que lo que quería es que mi boca y cuello quedaran lo más rectos posible.Abre la boca, ordenó. Se echo encima de mi, mirando hacia mis pies y lentamente me metió la polla en la boca. Al principio el capullo. Lo movía un poco y lo volvía a sacar. Yo estaba disfrutando como nunca. de repente, dejó de sacar el capullo de mi boca, para ir empujando lentamente hacia adentro, el tío sabía lo que hacía. Note como llegaba esa cabeza a mi campanilla, como pasaba por mis amígdalas y como empujaba para enterrarse en la garganta. Quizá quedaría mejor decir que el tío tenía más de 20 cm de polla, pero por fortuna entonces y para ser mi primera vez así, tenía una polla algo más pequeña. Quizá unos 16/17 cm, que tampoco está nada mal. Me ...

... la enterró entera en la garganta. Notaba sus cojones chocando con mi nariz mientras el tío movía el culo hacia los lados, como intentando meterla aún más profundo. De vez en cuando, me provocaba alguna arcada, sin llegar a mayores, entonces yo movía la cabeza y el sacaba su verga, para tras unos segundos de descanso, volver a la carga. Terminé aprendiendo a respirar a la vez que el bombeaba, aunque de vez en cuando se detenía para que pudiera coger aire a gusto. El tío sabía lo que se hacía.Yo me iba meneando la polla a la vez, estaba, excitado como nunca. Tras un rato de mete y saca y de descansar para respirar, estuvo brincando en mi cara un poco más de tiempo de lo normal, a mi me costaba respirar y quería parar un poco, pero no estaba en sus planes: Me agarró la cabeza y seguía bombeando. Glog, glog, glog hacía mi garganta y con un rugido, empujando bien dentro de mi boca me lleno de leche. No tuve opción me vi obligado a tragarla y entre la excitación que tenía, la situación y el saberme inundado, me corrí casi a la vez que él mientras me tocaba.No volví a verlo, pero desde entonces, soy adicto a las mamadas así. Lástima que no sea fácil encontrar a alguien que realmente quiera recibir una.