Las calientes vivencias d elas nietas de doña Juanita 7
Fecha: 15/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues
... joven piel de su novio ‐ Tu también Karen, las tienes muy suaves, me encanta cuando las toco y más cuando me tocaron el otro día Ella volteo a verlo y miro ese brillo de excitación que presentan los hombres, ese brillo muy conocido por ella, se sintió alagada de ser el motivo de excitación de un chico tan guapo como el que estaba un lado de ella, de repente Karen volteo y vio una casa que lucía abandonada, no tenía ventanas, podía verse parte del interior, miro a todos lados y la calle lucía solitaria, jalo a su novio ‐ Ven, vamos allá, parece estar sola esa casa El chico camino de prisa tras ella, la puerta esta medio abierta y sin seguro, entraron los dos lentamente mirando a todos lados, el interior era lo esperado, una casa sola, descuidada, con abundantes grafitis en las paredes, señales de que alguien había pasado noches ahí, incluso había señales de fogatas; Karen aventó a un lado su mochila y volteo a ver a su novio, el chico hiso lo mismo y las dos mochilas quedaron juntas, tanto que parecía estaban abrazadas. La mirada de Karen cambio, se volvió más felina, de una niña-mujer excitada, sus labios se entreabrieron, las alas de sus nariz se movieron con la respiración en ascenso y sus pupilas se dilataron al máximo, lo del chico no fue tan diferente, solo que él además desarrollo la mayor erección que había tenido en su vida, su pene abultaba presumidamente por su pantalón semi ajustado, pero se quedó quieto, no tenía mucha experiencia con chicas, lo más que había ...
... logrado con anterioridad fue manosear a su prima menor en la oscuridad, ahora tenía a la niña más buena de la escuela, la que todos deseaban; Karen decidió dar el primer paso ‐ ¿qué pasa? Te quedaste callado ‐ No… no pasa nada, es solo que te veo y me gustas mucho ‐ ¿si? ‐ Si, demasiado, he pensado todo este tiempo cuando me chupaste mí… ‐ ¿Tú qué? ‐ Mi… Él pobre chico estaba rojo de vergüenza, no sabía cómo mencionar su pene ‐ ¿Tu verga? ‐ Sí, mi verga en tu boca, eso me gustó mucho ‐ Y ¿lo quieres sentir de nuevo? El chico asintió rojo como un tomate, Karen se divertía, por alguna razón le gustaba dominar a los hombre de todas las edades, ahí tenía a un preadolescente todo nerviosos y excitado como un burro en el mes de marzo. Karen se acercó a él, lo hiso como ya sabía, de forma lenta y pausada, saboreando cada paso que daba, su boca se entreabrió mostrando sus húmedos labios, sus ojos se entrecerraron y su lengua tímidamente afloro entre sus labios, no mucho, solo lo necesario para que él la notara. Se quedaron muy juntos los dos, Karen se sentía muy mojada en ese momento, su raja escurría jugos y se contraía solo esperando un intruso que la dilatara; Karen tomó la temblorosa mano del chico que abrió sus ojos cuando vio que ella la guiaba a su entrepierna por debajo de su falda, sus dedos palparon el calor que emanaba la rajita húmeda de Karen y por mero instinto se movieron acariciando el máximo objeto de deseo de un hombre hacia una mujer. ‐ Aaahhh Karen no pudo evitar ...