Después de una larga cacería, lo senté en mi cara - Relatos Eróticos

Después de una larga cacería, lo senté en mi cara

La primera vez que lo vi me pareció el macho más macho del mundo. Barba corta, áspera, alto como de 1.82, brazos fuertes y peludo, muy peludo. Cargaba un jeans gastado y apretado, camisa de cuadros y botas, el típico vaquero del área. Ah, y cargaba a su bebé de unos dos años y su mujer embarazada caminando al lado. Un tipo de acaso unos 30 años con cabello negro, corto 
 y cejas gruesas.No podía despegar mi mirada de su culo, unas nalgas bien formadas y musculadas, que se movían al ritmo de su caminar descuidado. Lo escuché conversar para pedir algunos precios y luego, al comprar, escuché como daba su dirección y teléfono para que le despacharan la estufa que habían adquirido.  Por supuesto que tomé nota de éstos detalles y los anoté. Es una ciudad pequeña y siempre es fácil preguntar.

Con paciencia chequeé sus redes sociales, no tenía mucha información, pero si algunas fotos.  Todas de trabajo. Como imaginé, trabajaba en algo asi como construcción de una finca ganadera, con galeras y cobertizos. 

Un par de semanas después lo ví de nuevo, esta vez solo. Yo tenía un anzuelo preparado y cayó, tal como lo esperaba. Luego de saludarle le pregunté si conocía a alquien que pudiera trabajar un domingo con la reparación de una cerca. Como yo era nuevo en la ciudad, estaba dispuesto a pagar el doble de la jornada.  Se tragó la carnada, el anzuelo y línea. Me pasó su número, me dijo que él mismo podía hacer ese trabajito.

El domingo temprano apareció en mi casa y comenzó a ...

... cortar y clavar postes de madera. Yo lo observaba disimuladamente porque trabajaba sin camisa y de verdad, esa mujercita estaba comiendo bien. Un pecho velludo, musculoso, bronceado.  Sudando se le pegaba el jeans más y las piernas eran gruesas.

Le fui buscando conversación y ofreciéndole cervezas, sodas, agua hasta que me pidió el baño.  Escuché el chorro cuando orinaba y solo podia imaginar el tuco de verga que tendría éste macho.

Repetí la tanda de cervezas y agua y a la segunda vez que me pidio el baño ya estaba entrando en confianza.  Cuando salió del baño le dije:

- saca un rato para que descanses y sientate aqui.
-Usted tiene una casa muy bonita licenciado ¿Vive solo aquí?
- La verdad vengo poco y mi familia la halla muy lejos, es para yo descansar.
-Jooo, como esta de bonita esta casa tan grande para una sola persona. Yo quiero tener algun dia algo asi.
- Bueno, trabajando y esforzándote, vas a ver que lo logras. Además eres joven y guapo.... Dejé ir ese guapo en voz más baja y el en vez de molestarse sonrió.  EL sudor le chorreaba por toda la cara y el pecho y yo me le quedé mirando. Se notaban mis ganas de darle mordiscos a esos labios gruesos y lamerle esa barbilla velluda.
- No diga eso, usted no se ve mal y no están "tan" viejo ( a mis 47 años, eso sonó como un halago viniendo de alguine de 27).
- Ya has trabajado bastante, tal vez es hora de relajarse......
Me le acerqué y comencé a acariciarle la entrepierna. Luego me le pegué y le lamí una oreja  ...