1. Una noche haciéndome pasar como profesional del sexo


    Fecha: 16/09/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: SANDY C, Fuente: CuentoRelatos

    ... instantes y volví a engullirlo unos segundos más. Me baja y extrae mi hilo dental, dejando a su total vista mi coño de escasos vellos en línea recta.
    
    Aquél órgano palpitaba, de manera que si no le ponía el condón pronto e insertaba dentro de mí, escupiría su semen hacia el pecho de él.
    
    Con suavidad le encapuché e inserté, colocándome sentada sobre él, en posición de horcajadas. En movimiento de adelante-atrás sentí su pene.
    
    En ese momento pensaba en mi esposo, pensaba en mi niña, pero de pensar en mi niña, no podría continuar. Enfaticé en pensar en mi esposo, dejándome llevar por el orgasmo. Estábamos llegando al tiempo, tanto el cliente como yo
    
    -Uuuuuyyyyy ramera, me haces gozaaaarrrrrr…que putaza eres! Que polvo! Eres una delicia de putaaaaa! Ooohhhhh
    
    Yo apretaba mis labios, no quería gemir, ni mucho menos gritar, sólo quería sentirme una cualquiera….. De hecho ya lo era. Apreté sus manos con las mías y sentí como si el condón lleno de semen y dentro de mí, fuese a estallar cada vez que mis caderas se estrellaban contra su pelvis y sintiera un alivio al moverme hacia adelante, saliendo un poco.
    
    Sentí que me desgarraría al continuar, como si hasta hora perdiese la virginidad.
    
    Entonces decido enderezarme y ponerme en cuclillas, subir y bajar, apoyando mis manos atrás de mis nalgas. Así lograría que su pene no perdiese erección y por el contrario, buscaba que se repusiera de nuevo.
    
    Un “click-click” contínuo, me avisa que se repone y de nuevo se pone ...
    ... duro. Continúo en mi labor.
    
    Son las 12:05 de la madrugada o sea las 0:05 y de nuevo pienso en mi esposo que debe estar durmiendo, mientras que yo estoy follando como cualquier prostituta a esa hora trabajando.
    
    El cliente juguetea con mis tetas, me las pellizca en los pezones, me da palmadas en las nalgas.
    
    Estamos llegando al cielo. Él no quiere perder su erección y empieza a ejercer rápido su movimiento pélvico.
    
    Aprieto con fuerza mis labios de la boca, muerdo el labio inferior y se me sale un fuerte gemido.
    
    Suena un celular y pienso que mi esposo está llamándome, al no hallarme en la cama, a su lado. Pues el sonido sale de mi bolso. En medio de los jadeos y movimientos, logro extraerlo de mi bolso. Su pantalla parpadea. No puedo detenerme, pero logro divisar que es él.
    
    Joder! Este tío feo, nada apuesto, me está haciendo gozar y no me puedo detener, no puedo detener la faena. Así que prefiero no contestar. Aquél falo entra y sale totalmente lubricado por mis jugos. He alcanzado el 2do orgasmo y al paso que voy, como él aún no ha llegado al 2do, creo que puedo llegar al 3ro yo.
    
    Lo cabalgo, me arde, me arde por la excitación, por el roce continuo contra mi clítoris.
    
    -Vamos puta! Cabalga! Eso es, ramera!, así, así, que bien, no te detengas, no te detengas…. eso, eso que rico puta…cabalga… No vayas a contestar (suena de nuevo el teléfono móvil)… no vayas a contestar…. uuufffff, Si es tu maridito, que te deje trabajar… estas putiando mientras él, … como un ...
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