1. Entre-acto: Moribunda


    Fecha: 18/09/2018, Categorías: No Consentido Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    Pero no habían terminado las sorpresas, ya en casa encendí el PC, la causa la ignoro, ante todo quería dormir, sabiendo que conciliar el sueño, frase que tampoco comprendo, iba a ser complicado por la gorda y su mala leche concentrada en mi persona.
    
    Abrí el correo y el cansancio fue ampliado debido al último e-mail recibido del director g ejecutivo, esa g significa general, nosotros hemos cambiando el significado, es un cabronazo. Viaje relámpago a la capital de La Rioja, Logroño, alarma comercial, faltaban clientes importantes y mirando a quien iba dirigido a parte de mí, una valenciana, un andaluz, por cierto este vestía e imitaba a uno de los personajes de “Granujas a todo ritmo”, era igual de delgado y siempre con gafas de sol aunque fuera una noche oscura y un catalán, siempre durmió con una tía diferente y estaba casado, creo que tenía dos hijos de corta edad, y el martes que estaba por llegar me creó un problema grave, aunque haciendo honor la verdad, la tía tenía clase, tanto en su tono como en la actitud que tuvo conmigo, lo merecía, a pesar que cobraba por sexo sabiendo que estaba prohibido llevar furcias, eso me dijo con cierto pesar, deduje que no le gustaba ese calificativo, yo me mostré comprensivo y la traté mejor que a las demás, aunque tuve cierto conflicto de intereses en mi mente. ¿Son normales en el sexo?, esa era la cuestión. .
    
    El sueño escapó ante la aventura, yo soy así de memo, un calentón sin solución y encima un viaje, pensé en el vino de ...
    ... rioja, es mi preferido y desde luego no acerté una.
    
    Hice la maleta despacio, y en mis oídos "Unreqvited - Disquiet (Full Album)”41:52. Quise armonía y apartar el domingo de mi mente.
    
    Y a pesar de la hora, hice trabajar al destino que escribimos nosotros mismos, yo no dormía pues el tampoco, en la primera gasolinera llené el depósito y salí por la A-3, pensaba ir por carreteras solitarias. Llegué a Soria y en la entraba había una gasolinera donde rellené, pregunté por el puerto, dijo que no había nieve, aunque me recomendó que no fuera por allí, le ignoré y pasé por el puerto de Pajares, había pasado mucho tiempo, esas correrías de fin de semana, siempre en bosques laderas de montañas, bajé el cristal de la ventanilla y saludé al bosque, les mostré la mano abierta juntando los dedos y luego sujeté el viento cerrando las manos, la nostalgia apareció envuelto en una fina niebla debido a la humedad, sentí emoción muy difícil de describir.
    
    Entré en Logroño cerca de las diez de la mañana, esa emoción me hizo parar, no estaba cansado y tampoco tenía sueño, mantuve esa emoción que me envolvía, como si volviera a aquellos tiempos en que viví su magia, me miré en el espejo retrovisor, mi rostro tenía muchas señales, arrugas y reflejos de daños, ya no era ese muchacho soñador que miraba sin ver.
    
    Bastante deprimido seguí la larga bajada del puerto, muchas rectas y mi tristeza hizo que la moral descendiera a la misma velocidad, entré en la capital riojana deprimido.
    
    El hotel ...
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