MAMI, QUIERO LA NENA! - Relatos Eróticos

MAMI, QUIERO LA NENA!

Estaba llegando a lo de Alcira cuando la llamé para que levantara la cortina para entrar a su cochera.
-¡Al fin! ¡Me muero de ganas!
-No tengás problema. Toda la noche es para nosotros. – Mi intención es no hacer las cosas demasiado vehementes.
Cuando llegué la cortina de enrollar estaba abierta. Entré a la cochera y cerró. Alcira esperaba, contra la puerta del auto, de mi lado. 
-Correte, así puedo salir.
-Si, dale, dale.
Salí y apenas pude cerrar la puerta del auto. Alcira se agachó, desabrochó mi cinto y bajó la cremallera. Metió la mano en el bóxer y agarró la pija. ¡Ya la tenía en su boca!
-¡Ay nena! ¡No tan rápido! Quiero que hagamos cosas durante buen rato, no quiero acabar tan pronto.
-Vamos a la cama. ¡Quiero refregarme desnuda contra vos!
-Levantame los pantalones, así puedo caminar.
-¡Jajaja! ¡Pero no te suelto!
Efectivamente. Me llevó al dormitorio sin soltarme. Yo la tenía húmeda de precum, solamente de pensar lo que íbamos hacer.
-Mirá como me pusiste. ¡Tengo la pija chorreando!
-¡Ajá! ¡Vas a ver cómo la tengo yo!
Nos fuimos desnudando por el camino, yo más que nada, pues ella tenía un muy liviano vestido…, sin nada abajo… y, efectivamente, sus muslos chorreaban fluidos. 
La senté en el borde de la cama y me arrodillé a chupar. Lengua, labios, dedos…, todo adentro. Con los labios tironeaba el clítoris. Con los dedos acariciaba hacia arriba el interior de la vulva, rozando la famosa e incógnita zona “G”.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Diooooos! - Y Alcira ...

... tuvo su primer orgasmo del día…, o de la tarde…, conmigo por lo menos. Es probable que ya haya estado con otro…, u otros. ¡Es difícil que esté cuatro horas sin coger! 
Sin que yo indicara nada, se puso en cuatro ofreciéndome culo y concha. Fui primero a la concha, provocando una gran afluencia de fluidos. Con la pija embarduné el hoyo del culo. Mientras la empalaba por la concha, metí dos dedos en el culo. Lo tenía suficientemente dilatado, propio de una mujer que hacía más de 30 años que venía cogiendo por todos los agujeros. Un poco en la concha, otro poco en el culo. Lo tenía absolutamente limpio. ¡Alcira siempre lista para ofrecer placer!
Me “encariñé” con el culo. Me incliné sobre ella a besarle y chuparle la espalda, las orejas, el cuello. La clavé totalmente. Alcira estaba entusiasmada. No dejaba de gemir y acariciarse la concha con toda la mano. Se reía y carcajeaba cada una de mis acciones. ¡Nuevamente un orgasmo!
-¡Me viene! ¡Me viene! ¡Me vieneeeee! ¡Qué acabada Dios! 
La acosté y me incliné nuevamente a chuparla. ¡Hermoso aroma y sabor a hembra en celo! Cuando absorbí todo lo que tenía en esa cajeta maravillosa, fui a las tetas. ¡Es todo placer!
-Dejame un poquito a mí.- Alcira tiernamente me rogaba. Me paré para que chupara cómodamente. 
Ella de rodillas en la cama mamándomela con su mejor arte. ¡Me vuelve loco sentir la lengua en el agujerito de la uretra! Ver sus tremendas tetas colgando mientras chupaba me vuelve loco. Luego de unos minutos la puse de ...