MAMI, QUIERO LA NENA! - Relatos Eróticos

MAMI, QUIERO LA NENA!

... costado. ¡No aguanté más! Le clavé el culo desde atrás, a lo cucharita. La hermosa hembra giró la cabeza para besarme, mientras yo le metía varios dedos en la concha. En realidad le metí todos, hasta el puño. Alcira gritaba de placer.
-¡Más, más! ¡Metémela más! – Como no sabía si se refería a la mano o la pija, metí ambas. 
	Mis huevos rebotaban contra su culo. Entraba y salía. Me acosté boca arriba y me montó de frente. Guió la pija al culo. Ella cabalgaba lentamente, tirada hacia adelante, con sus tetas en mi boca. ¡Una maravilla!  Prefería el culo de Alcira, porque lo tenía más estrecho. La concha estaba tan usada que podría entrar un camión. En realidad añoraba a su hija. Pero tengo que reconocer que Alcira tiene unos labios externos muy lindos, bien regordetes, como su pancita. 
-Ahora sí, mamacita. ¡Mamámela! – Quedé acostado. Alcira se instaló de rodillas, con su culo hacía mí. No solamente pude ver con claridad, como mamaba delicadamente, con la mano masturbándome. Le metí tres dedos en el culo. Su lengua acariciaba prolijamente el glande. ¡Falta poco!
-¡Mmmmm!! ¡Síííí…, me encanta y quiero qué me llenés la boca!!!! ¡Mmmm!!! Siguió mamando frenéticamente.
-¡Ahí va! ¡AHÍ VA, MI AMOR! – Sentí como mis huevos se endurecían para escupir el semen. Cada una de mis sacudidas era un chorro que iba a su garganta. ¡Alcira es una campeona! Se tragó hasta la última gota. No desperdició absolutamente nada. 
-¡Papito! ¡Tenés el esperma más sabroso del planeta! ¡Efi sabe lo ...

... que es bueno!
Fui a besarle la boca. Sé que a ella le gusta compartir el sabor del semen conmigo. Estaba mezclado con el sabor de sus propios fluidos. Me acomodé para un 69. En la última mamada del momento, Alcira tuvo una nueva acabada en mi boca.
-¡Dani, por Dios! ¡No puedo parar con vos!
-¡Ay mamita! ¡Estoy muerto! Tengo que descansar un momento. – Lamentablemente yo no daba más, además de estar totalmente transpirado. 
-No hay problema, mi amor, descansá tranquilo. Voy a preparar la cena. Se levantó, me volvió a besar. Intercambiamos fluidos y fue hacia la cocina.
	No sé cuánto tiempo dormí, paro me despertaron voces. Pensé que era Alcira hablando por teléfono, hasta que oí otra voz. ¡Es Efigenia! Había vuelto a la casa. No me moví. Quería saber de qué hablaban. 
-¿Viste mamá? Te dije que Dani es un amor. ¡Lo hace tan rico! 
-Sin la menor duda. ¡Tuve cómo diez orgasmos!
-¿Ahora? ¿En este rato?
-Y…, más o menos. Si le sumo los que tuve el sábado, cuando cogimos durante el día, y ahora, esta tarde… Con los polvasos con Dani debo haber acabado más que en todo el resto del año. ¡Fue genial!
-¡Huy! ¡Qué lindo que está! Desnudito y con la pija caída… 
-¿Te gusta? 
-¡Muchísimo! Lo voy a despertar como hace Aldi. Tomá, filmame.
-¿Cómo? ¿Para qué? 
-Para tenerlo de recuerdo. ¡La primera vez que cogemos en casa! Luego de la cena, te filmo a vos. - Efi vino hasta el pie de la cama. Yo sabía lo que iba a pasar: la “técnica” de Aldi para despertarme. Seguí haciéndome el ...