Sangre caliente - Relatos Eróticos

Sangre caliente

Fuimos al campo para el cumpleaños del abuelo; casi toda la familia y allí después de la sobremesa salí a caminar por el monte. Soy de las morochas cuerponas con mis 22 añitos  y proyectos de casamientos. En la caminata detrás de un árbol me salió un tío político que sin error a equivocarme se abalanzo con su olor a vino sobre mí con claras intenciones de violarme. Practico yudo y ante su estado de ebriedad pese a que es grandote fue fácil sacármelo de encima y salir corriendo rumbo a la casona de reunión. Sin decir nada me reintegré a la reunión y al cabo de unos minutos apareció él, sudado, agitado y presentando disculpas se fué a bañar. A la noche la fiesta terminó y cada parte de la familia en sus respectivos coches volvimos a la ciudad. Fue cunado papá acotó que había visto a Aníbal algo nervioso al final del día. "Estaba muy bebido" acotó mamá. Aníbal me conocía desde mi nacimiento y eso me turbaba algo como también fue lo que me llevó a callarme pero estar muy alerta y desilusionada. Después de un par de semanas seguía intrigada y como en mis conocidas de estudiantes teníamos una amiga al cual con término de antaño la llamábamos la "descocada" sin personalizar lo sucedido le conté lo ocurrido y que pensaba ella. Pensó unos minutos y contestó, solo me intriga que hubiera sucedido si hubiera consumado la violación, la habría dejado viva?. Por lo demás, decile a tu conocida que si un hombre se juega así, fiuuu nena la que se está perdiendo. Y sonrió con su malicia ...

... característica. Después de un par de días me puse en contacto con él para encontrarnos y hablar el tema. Me agradeció diciendo que también necesitaba hacerlo y que estaba con una angustia permanente desde aquella tarde. Nos encontramos en una plaza donde pasó a recogerme en su auto y le pregunté que le había pasado por aquel incidente. Me habló desde que era niña y más grande recordó mis vestidos, mis ropas, mis colores de pelo, mis bailes mis fotos y que desde hacía mucho me miraba como mujer. Que lo perdonara, que había bebido y sacó el coraje de algo que tenía adentro desde demasiado tiempo y le quemaba las entrañas. Le pedi si podía llevarme y me dijo que sí, que si quería ir hasta la casa misma. "No quiero ir a casa" contesté con tono severo. ¿Donde entonces? preguntó. "Donde puedas desnudarme y hacerme lo que se te antoja". En el park del hotel nos besamos por primera vez y ahí sentí el fuego de sus labios, su lengua grande, pesada y carnosa invadiendo mi boca mientras sus manos me sacaban la tanga para olerla. "Papi vamos adentro de la pieza" Caminé con el calor de vagina al aire mientras el no paraba de oler mi tanga. Desnudos pudo ver su mirada libinidosa y como mojaba sus labios con la lengua sin sacarme la vista de mi cuerpo mientras yo notaba su buen miembro, grueso, nervudo, irguiéndose. No se como es el fetichismo, pero empezó por lamerme los pies en forma COMPLETA y después su lengua lavó el resto de mi cuerpo. Jamás me había chupado el culo, y menos hundirme la cara ...