La isla de los placeres mortales (Enter the Dame) En 120.0
Fecha: 20/09/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tema, la sueca inició su narración:
-Hace poco más de tres años me ocupaba como “Escort” o acompañante, para decirlo de
una manera más elegante, en fin una meretriz refinada, si se puede decir así. Hacía esta tarea
para un traficante de personas, un turco que se llama “Osman“, que abastece de mujeres y
jóvenes varones especialmente del tipo europeo, entre otros servicios a exigentes y exclusivos
clientes del cercano y medio oriente, no solo como escoltas, sino que para cualquier quehacer
que ellos soliciten, él las puede conseguir, dependiendo tan solo del monto que estos clientes
quieren pagar, a cambio de ello, les asegura, confiabilidad y discreción. Sus prestaciones son
bastante gravosas, pero esto no es problema para estos millonarios, y poderosos señores a
quienes ofrece tan peculiares favores.
-Entiendo le dijo Paula, ¿Es así cómo te conectaste con estos eventos?
-Espera un poco,no seas impaciente mamita, le dijo Ebba con el mismo tonillo de la cría
del íntimo juego que mantenían durante esta plática.
-Está bien mi muñequita, sigue con tu bonita historia, enmendó su interrupción Paula, por
lo que la rubia siguió con la reseña:
-Como estos clientes y Osman no se podían comprometer en ordenar y poner en su lugar
a las chicas que no cumplían con las tareas encomendadas, como ser atentas y complacientes
con nuestros clientes, entonces me encargó a mí hacerme cargo de esa labor disciplinaria, en
la cual tal vez fui muy ...
... enérgica, quizás solo un poco, acabó diciendo con una sonrisa maliciosa.
-¿Qué quieres decir con la “labor disciplinaria” amiga mía?, la interrumpió de nuevo Paula.
-Sucede que esta clase de trabajo es muy desesperante, (le explicaba la sueca), sobre todo
con algunas mujeres empecinadas, que reincidían en conductas muy poco participativas, con
las que fui muy estricta, de tal forma que una vez que acababa de disciplinarlas, ya no estaban
en condiciones de poder volver a ejercer su trabajo.
-Lo que me cuentas es muy interesante, pero no me has dicho aun como llegaste a estos
juegos insistió Paula.
-En esta ocasión la rubia hiso caso omiso a la pregunta, prosiguiendo:
-En más de alguna ocasión tuve que demostrarles a nuestros clientes, que el propósito de
Osman y de nuestra organización era cumplir con el tipo de prestaciones que nos solicitaban,
y cuando estas muchachas no se comportaban a la altura de las demandas que se le hacían
yo en persona me encargaba de corregirlas frente a los molestos clientes, demostrándoles de
esta manera que nos preocupábamos de entregarles un buen servicio.
-Ya veo, entonces, por lo que me cuentas, eras una especie de madame y guardiana, creo
entender sin darle muchas vueltas, entonces tú eras la perra que cautelaba los intereses del
turco Osman, le expuso directamente Paula.
-En ese tiempo fue cuando algunos de ellos prefirieron mi intervención disciplinaria como
estricta “escort”, en vez del ...