LA AMIGA DE CLARISA - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE CLARISA

... que este pibe aprenda a coger como Dios manda! 
Nos tiramos un rato en la cama. Era hora de reponerse. Sally se dedicó prestamente a besarlo, acariciarlo… y mamarlo. Charly la acariciaba…, pero no le amasaba las tetas ni le metía los dedos en la concha. ¡Al pedo! Me quedé tranqui, acostada en el sillón, dejándole la cama a ellos. ¡Este era un trío de dos! Sally se refregaba constantemente con Charly, intentando que la calentura lo haga reaccionar como un macho. Era difícil…, pero poquito a poco se lograba algo. Iba a ser largo. 
Cuando noté que Sally ya estaba enloquecida para que el chico se decidiera a cogerla por propia iniciativa, me levanté y le expliqué a Charly que era lindo hacerlo de costado, como cucharita. Él no entendía bien qué era eso. Sally se acomodó de costado, apoyando bien el culo contra la pija de Charly. Yo lo hice poner sobre su costado izquierdo. Le hice pasar un brazo por debajo de Sally para tomarle una teta. Lo masturbé un rato para que la tuviera lo más dura posible y la guié hacia el ano de Sally. Ya le había puesto lubricante. Le ayude a empujar para que se la metiera. Sally reculaba.” 
-Muy bien, ya va. ¡Hasta el fondo! – Había metido la cabeza. - ¡Apretá la teta! Dame esa mano. Prepará dos dedos para metérselos en la concha. ¡Dale! - ¡Al fin le metió los dedos! - ¡Así! ¡Para arriba!
“Ya estaban pegados. Sally giró la cabeza para besarlo. Se besaron con pasión. ¡Al fin! ¡Estaba reaccionando! Empezaron a moverse. Para adelante, atrás, ...

... adelante, atrás, bien pegados y besándose. Como cinco minutos. Sally andaba por su sexto o séptimo orgasmo. Charly había acabado cuatro veces…, creo, nada mal. Ambos tenían los ojos cerrados, ensimismados en el placer. Me gustaba lo que veía. Creo que fue el único momento en que en realidad me calenté. Me masturbé mientras los miraba como gozaban.
De pronto pasó. El estremecimiento, las sacudidas, los gritos y los gemidos fueron al unísono. La acabada conjunta fue muy linda. Se quedaron quietitos, abrazados, y sonrientes. Fui nuevamente al sofá. Me tiré relajada y me dormí. Sería como las cuatro de la mañana.
Cuando me desperté, ya amaneciendo, los amantes seguían cogiendo. Ambos estaban muy felices y Charly al fin tomaba iniciativas. La hacia poner así, o así, o así. Sally mamaba con placer la pijota del pibe. 
-¿Sabés Clarisa? ¡Acabé como mil veces! ¡Y me tragué la lechita de mi nene!
-¡Jajaja! - Era Charly el que reía.
-Bueno, muy bien. Yo me voy y los dejos tranquilos…
-Vení, quedate. Podes participar. - Era Charly. Me llamó la atención.
-No, no. Ya participé. De aquí en adelante el día es de ustedes. Yo iré a dormir…”

-Y aquí estoy…
-¡Tan hermosa como siempre!
-¡Vos siempre tan amable! – Clarisa se acercó y me dio un beso.
-¡Jajaja! Y bien…, participaste poco. ¿No te dio ganas?
-¡Ni en pedo! ¡Estaba profesional! Como porno star…
-¡Jajaja! No te jodo. Andá a dormir…
-Eeehhh…, Dani… ¡Ahora estoy caliente! ¿Vamos a la cama?
-No… mi amor. No puedo. Tengo que ...