La inocencia de Ely - Relatos Eróticos

La inocencia de Ely

Relataré esta historia desde la perspectiva de la protagonista: 
“Mi nombres es Ely, y esta es la historia de como mi inocencia se convirtió en curiosidad, y esta en placer máximo.
Ocurrió cuando tenía 17 años, siempre fui baja de estatura, 1.51 m, delgada, cabello lacio y negro, ojos café claro y nariz pequeña, como hacía ejercicio aeróbico mi figura esta adecuada, ni me falta ni me sobra peso. Mi hermana es universitaria y en ese entonces tenía 19 años, su nombre Gaby, físicamente muy similar a mi pero por su edad mucho más desarrollada, mide 1.62 y su cuerpo con curvas más definidas, le encanta vestir modo emo, con sus blusas rockeras, pantalones negros y sus tenis converse. 
Mi hermana tenía un novio llamado Aarón, muy alto y atlético, de piel rojiza y que siempre tenía una sonrisa como si planeara algo. El solía ir por mi hermana y salían en las tardes mientras yo me dedicaba a estudiar, en ningún momento pensaba en qué haría esa pareja en su ausencia, tendría que vivirlo en carne propia:
Fue una tarde de agosto, un día previo a esa tarde, avisé a mi hermana que no llegaría a casa temprano, puesto que me reuniría para un trabajo en equipo en casa de otro compañero. -Esta bien- me confirmó, y cuando me dijo esto esbozó una pequeña sonrisa, sin saber porque hizo ese gesto continué mis actividades. 
Esa mañana, como todas, me vestí con mi uniforme escolar: camisa blanca de botones, falda gris 4 dedos abajo de la rodilla (siempre muy discreta), calcetas blancas a la ...

... altura de la rodilla y mis zapatos negros perfectamente lustrados. Mi hermana se encontraba desayunando un cereal y me despedí de ella. Olvidé mencionar que nuestros padres se encontraban de viaje, confiaban en dejarnos solas dado que nunca les dimos razón para desconfiar. Así pues, mi día transcurrió con la mayor normalidad. Cuando llegó la hora de salir de la escuela e ir a la reunión de trabajo, la maestra dio un aviso importante: - Se cambia la fecha de entrega del trabajo final-. Lo que significaba que podíamos estresarnos con ese trabajo después. Hicimos votación y acordamos reunirnos dos días después, por lo que mi tarde era libre nuevamente y decidí regresar a mi casa. 
Una vez en casa noté que todo se encontraba apagado y al parecer mi hermana no notó mi presencia al llegar. Estuve a punto de preguntar al aire si había alguien en casa pero fue en ese momento que observé la mochila de Aarón en el sofá, y justo al notar eso, empecé a escuchar ruidos extraños que provenían del cuarto de mi hermana. Mi curiosidad era tanta ya que nunca había escuchado esos ruidos, y al parecer se trataba de mi hermana, por lo que dejé mi mochila en la sala y lentamente fui subiendo las escaleras sin hacer ningún ruido. La puerta de la habitación de mi hermana se encontraba entre abierta y los ruidos eran cada vez más audibles: eran gemidos. -Ahhh siii mi amor, siii-. Esas palabras captaron mi atención por lo que silenciosamente me acerqué para observar que sucedía. Lo que mis ojos verían ...