La inocencia de Ely - Relatos Eróticos

La inocencia de Ely

... tuyas, mamamelas ——
Cuando dije eso comencé a excitarme mucho mas y mi humedad era mayor. Fue en ese momento cuando la boca de Aarón  se apoderó de mis tetas, comenzando por la derecha, metía todo mi seno en su boca, succionaba como si quisiera sacarme algo, solo me sacaba gemidos. Chupaba y succionaba y yo estaba perdiendo la razón. —Ahhh— empece a gemir. Mientras me chupaba una teta con su otra mano acariciaba la otra, yo me desconocía, no me creía capaz de hacer algo así. Lentamente caía en un abismo de placer, sabía que en cualquier momento me devoraría completa, pero a esas alturas yo deseaba eso, que su lengua pasara por todo mi cuerpo, tendría que ser paciente, pero eso pasaría. 
Su lengua recorría mis pezones, los lamia en círculos y los succionaba. —-que rica estas—- me susurraba. —-Me comerás toda?— le pregunté aunque ya sabía la respuesta…—-de pies a cabeza hermosa—— se limitó a responder. 
Mi hermana solo veía cuando Aarón me cargo y me fue llevando a la cama, yo solo me dejé llevar… cerré mis ojos esperando el siguiente acto. 
Ya en cama me quitó los zapatos, para que estuviera más cómoda y me subió a la cama. Siguió besándome y su lengua empezó a recorrer mi abdomen, metía su lengua en mi ombligo e iba lamiendo todo. —-Ahhh siii—- alcancé a decir, solo gemía más y más. —-Aún viene lo mejor—- escuché decir a mi hermana,no lo podía creer, pasé de ser espectadora a ser la protagonista. Empezó a acariciar mis piernas, mis muslos, metiendo su mano por debajo de ...

... la falda:
—-Me estorba tu falda, será mejor que te la quite—-
—Siii, quítamela —- le respondí.
Desabrochó la falda y la fue bajando hasta sacarla por mis tobillos, los cuales tomó:
—-Estas calcetas seguro te están dando calor con lo agitada que estás—-
—-Quítamelas también, mis pies tienen calor—- contesté con los ojos entrecerrados y mi respiración entrecortada.
Procedió a bajar lentamente mis calcetas hasta quitármelas por completo. Ahí estaba totalmente expuesta, a su merced.
Una vez que me quitó las calcetas, no soltó mis tobillos, y acercó su lengua a mis pantorrillas, empezó a lamerlas y una corriente eléctrica se apodero de mí, arqueaba mi espalda y se sentía tan rico sentir su lengua en mis piernas desnudas. Su lengua empezó a bajar hacia mi talón.
—-Pero mira que pies tan lindos tienes pequeña, se me antojan mucho—-
—- Se te antojan? Son tuyos mi amor, puedes lamerlos, olerlos, chuparlos, lo que quieras—- Yo estaba irreconocible, no podía creer que estaba accediendo a que alguien me lamiera los pies. Pero me excitaba pensarlo y más me excite al empezar a sentir su lengua recorrer mis plantas, llegando a mis dedos, sentir su lengua entre mis dedos, y como chupaba cada uno, metía mi dedo gordo y lo chupaba como si fuera una paleta, yo sentía riquísimo, pegaba su nariz e inhalaba mi aroma, pegaba mis pies en su cara y en un momento los llevó a su pene, los movía de arriba a abajo, se estaba masturbando con mis pies. Estaba en un trance tan grande que no me había ...