LAS NENAS DE MAMI 2 - Relatos Eróticos

LAS NENAS DE MAMI 2

... ser?
-Si, claro. ¿Y si hacemos un 69? Sería placer por cuatro…
-¿Por cuatro?
-Claro. Vos porque te la mamo y me la chupás… Yo… ¡porque me chupás y te la mamo!
-¡Jajaja! ¡Eso es multiplicar! - Me puse boca arriba y Valentina se acomodó.
Sentí sus manos acariciando suavemente.
-No te quiero irritar, tesoro. ¿Está bien así? – ¡Vale…, tan dulce!
-Como más te guste. Estoy siempre bien para vos… - Sabía que no haría nada que me moleste.
Llegó con lengua al glande. Y sus besos acompañaron la lengua. Yo también la besé, los muslos, los labios externos, bien gorditos y suaves. Tan parecida a Clara. Luego siguió todo el repertorio de una buena chupada de concha. Por lo menos eso intenté. Lamí suavemente el clítoris, metí la lengua en los pliegues interiores, la humedad crecía rápidamente. Sus labios aprisionaron la pija y la lengua la recorría desde la base al glande. Se la metía hasta el fondo, y la sacaba. Una gloria, todo muy despacito, sin tomarla con las manos. Las lamidas llenaban de saliva el tronco. ¡Lo bien qué se siente! Si bien todavía no estaba en condiciones de eyacular, haría que ella si lo pudiera hacer. Bien adentro la lengua, muchas lamidas al clítoris, estaba descapullado y palpitando. ¡Lo sentía! 
-¡Papá, papito! ¡Dios, qué lindo lo hacés! – Valentina se la sacó de la boca para hablar. Y  siguió mamando. La pija le llegaba a la garganta. - ¡Ahgg! ¡ahggg! ummmmm!
Yo estaba en silencio disfrutando de su sabrosa, húmeda y palpitante cajeta. ¡Qué buena que está ...

... esta mina!
Ella no habló más. Sentí su estómago temblando sobre mí pecho. Se estremeció, me apretó con sus muslos. Me apretó el choto como si lo tuviera dentro de la concha. Y se derramó en la exquisitez absoluta. ¡Es notable! ¡Por eso ha muchas les gusta chupar, además de que se la chupen! ¡El gozo era total!
-¡Ahhhh… que rico!- Vale siguió lamiendo y mamando. Me quedé quieto, para que ella siguiera hasta que le dé la gana… - ¡Eeehh! ¿Quién tiene una lengüita en mi culito?
-¡Jajaja! Buenos días, mucho gusto. Soy Aldana.
-¡Oh, nena! ¡Dale, dale! ¡Me gusta mucho! – Vi entrar a Aldi al dormitorio, pero me callé, para saber qué tramaba. Cuando se acercó sonriendo, guiñándome un ojo comprendí. ¡Esta nena no se pierde ni una!
	Aldana estaba agachada sobre el culo de Valentina, lamiendo y besando el ano. Me miraba y sonreía.
-¡Es hermoso tu culo!
-¡Sííí! ¿Viste qué parecido es al de Mami? – Yo confirmaba la opinión de Vale, valorando a Clara.
-¡Ah vivo! Las viste a las dos al mismo tiempo, cuando la tenías montadas. ¡Dos culos al mismo tiempo!
-Seguí lamiendo, no le llevés el apunte a Dani. De él me ocupo yo. Vos lo tendrás cuando quieras. ¡Jajaja! – ¡Valentina estaba eufórica! - ¡Papi! ¡Papi! ¡Tú nena me lleva al paraíso…! ¡Seguí, seguí!
No sé si se lo decía a Aldi. ¡Me gustó lo de “tu nena”! Con una sonrisa seguía con la lengua dentro del hoyito de Vale. Se había acomodado para ver mis ojos, y como yo lamía la concha de “nuestro” huésped.
-¡Ayayay! – Valentina no dijo ...