1. En los vestuarios


    Fecha: 22/09/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... futbolista de la paja, me cogió de la cabeza y me dio un beso con lengua. Su respiración se notaba y se juntaba con la mía mientras sus deliciosos labios rodeaban los míos. Mi lengua y la suya eran completamente diferentes, la mía era dura y fuerte y la suya suave, sedosa y jugosa. Al acabar, sus ojos se clavaron en los míos y pude ver sus labios entre abiertos. Sus ojos verdes se clavaron en mi polla después de ese largo y jugoso beso. Pero no bajó directamente. Dio un sabroso rodeo pasando por todo mi cuerpo y fijándose en mis pezones rosados. Esa escena era genial: un musculado nadador me estaba chupando los pezones mientras estaba cayendo agua caliente en una ducha donde había estado un futbolista sudado cascándosela. Cuando acabó con los pezones se dedicó a mis ingles. El contacto de los labios de Cristian hizo que mi polla se pusiera un poco más dura si cabía. No las chupaba, pero sus besos delicados en mis ingles... subieron la temperatura. Entonces se arrodilló y noté cómo su miembro entró en contacto con mi pierna y cómo a él, el contacto humano también le "animaba". No empezó a lo bestia, sino que empezó cogiéndola con la mano y dándole besitos, después la usó de helado, su lengua pasaba de arriba hacia abajo de mi polla y entonces, con ayuda de su mano, se metió mis 18cms enteros en su boca. Se puso en una mejor posición y mientras con una mano se la cascaba, con la otra me tocaba el culo...
    
    Mi esfínter se iba relajando. Ahora que él no tenía ninguna mano ...
    ... libre, la mía se puso detrás de su cabeza y le ayudaba a que mi rabo entrara enterito en su boquita de piñón. Esa era otra escena genial: un lujurioso adolescente me estaba chupando la polla con su boquita de piñón y su lengua de oro, mientras se masturbaba y me tocaba el culo. Y todo esto en unos vestuarios donde habían habido chicos sudados cascándosela. Él empezó a jadear, era de muy fácil corrida, por lo que yo decidí pararlo. No quería acabar tan pronto. Lo puse a cuatro patas y puse su culo debajo del agua para que me ayudara en mi labor. Decidí relajarlo, aunque ya me imaginaba lo relajadito y abierto que estaría si todas las aventuras que me han contado eran ciertas. Su polla seguía dura a pesar de que ya no se la tocaba ni nada.
    
    Me puso detrás de él y mi cara se hundió en su culo. Mi lengua hizo unos juegos magníficos con su agujero de gloria. Entonces empecé por meterle un dedo. No se inmutó. Le metí dos y entonces ya reaccionó. Yo no tenía prisa, así que lo que hice fue ponerme de rodillas y pasear mi pollita por todo su culo antes de que entrara de lleno en el trabajo. Rodeó todas sus nalgas y llegó al agujerito, donde jugó un poquito más. Él ya no podía más y quería que le penetrase, y yo hice lo que quería. Me costó más trabajo de lo que pensaba, pero tampoco mucho. Lentamente, mientras se abría, mi polla entraba y salía de su esfínter. Ahora el ritmo ya era acelerado y mi polla estaba ardiente y se podía ver en mis ojos una gran lujuria. Ahora cambiamos de ...