El extraño fetiche de mi hijo adoptivo - Relatos Eróticos

El extraño fetiche de mi hijo adoptivo

... lo beso, al principio fue extraño, pues no imaginé besar a quien consideraba mi hijo y menos frente a mi marido. Aún cuando éramos muy liberales, está situación estaba fuera de lo que hasta entonces habíamos llevado a cabo.

El siguió besándome y empezamos a acariciarnos, me decía lo sexi que me veía con ésa ropa y cosas así mientras nos desnudabamos mutuamente.
Entonces al bajar mi mano siento su pene y al verlo me sorprendió. Era como de 20 cm. Le llegaba al ombligo y era fino en la punta y grueso en la base.
Solo exclamé, Hay cabron! No pensarás meterme eso.
No te preocupes, seré cuidadoso.
Debo decir que sentía un poco de nervios ya que no había tenido encuentros con dotados.
El me recostó en el sillón y me empezó a hacer un oral que hizo que me viniera a los pocos minutos.
Aún no me reponía cuando apunto su pene en mi vagina y lo metió a la mitad de un empujón.
Ahhh! Con cuidado, es muy grande y me vas a lastimar.
Otro empujón y llegó hasta el fondo de mi vagina tocando algo que me hizo sentir que me abría toda por dentro.
Aggghh, no mames wey me partes en dos.
El empezó a bombear, primero suavemente y después cada vez más rápido y profundo; mientras yo gritaba de dolor y placer al mismo tiempo.
Haaaaaa haaayyy cabron me partes, me vas a matar no mames.
El estaba como ido, no paraba de meterme ese enorme pene sin parar.
Hay, haaayyy, hijo de la chingada, me vas a dejar bien abierta la panocha.
Lo que al principio fue dolor sé estaba convirtiendo en ...

... placer, de pronto ya estaba gritando que no parará.
Ggggjhhhh, que rico! Que rico me coges! 
No pares me voy ahhhhh........ venir
Alcance un orgasmo que me hizo arquear la espalda y me dejó temblando las piernas.
Con la presión de mi vagina expulse su pene de mi, pero esto solo lo aprovecho para darme la vuelta y poniéndome en cuatro sepultó de un solo golpe todo su enorme trozo de carne muy dentro de mi vagina.
Mmmmggggghh, cabron está enorme.
Así, así, cógeme. Parteme cabron.
No importa que me hagas gritar, parteme con tu verga.
Sigue, sigue así me voy a venir de nuevo.
Me voy a venir, me vooyyy........aaaaahiiiiii............me estoy viniendooooo!
Cai desmadrada, pero el me siguió y besándome el cuello y la espalda siguió undiendo su mástil hasta el fondo por varios minutos más, hasta que sentí como lo metió de golpe hasta el fondo y su pene empezó a palpitar mientras llenaba mi interior con su semen.
Descansamos uno al lado del otro por algunos minutos mientras nos recuperamos.
Después nos pusimos de pie y fuimos a tomar un trago mientras descansa amos.
Mi esposo había observado todo y mostraba una gran erección, pero yo le había pedido que solo observará ya que era parte de nuestra fantasía.
Cabron, pinche chamaco que cogida me diste.
Todavía no se acaba mamita, aún falta un rato más.
No mames wey, ya está bien parada otra vez.
Así me pones mamá, tus gritos me ponen cachondo y más cuando me hablas con groserías, no se porque pero eso me exita muchísimo y no se ...