En la oficina 2° y fin - Relatos Eróticos

En la oficina 2° y fin

A lo largo de la mañana estamos trabajando cada uno a lo suyo, sin hablar apenas de cosas puntuales cuando tu rompes el silencio llamándome:

-Saray dentro de 20 minutos empieza la reunión, necesito que prepares las cosas que necesitamos,

-ah, yo también tengo que ir?

- Si claro, por cierto, ve al baño, te quitas las bragas y me las das.

Frunzo el ceño y te miro con mala cara, sabes que odio que me hables así de borde, y queriendo desafiarte por hacerlo me quito las bragas como me has ordenado, pero me quedo allí, no voy al baño.

Me miras extrañado mientras me acerco a ti despacio hasta llegar a ti, me pego mucho a tu cuerpo te doy un besazo con lengua pillándote desprevenido, me separo, te guardo las bragas en el bolsillo y con la misma tranquilidad recojo lo necesario del archivador, al girarme aun me estas mirando sorprendido, te sonrío traviesamente y guiñándote el ojo te digo

- vamos jefe.... todo listo.

Entramos los dos a la sala de reuniones y pegándome a ti me aprietas la nalga a modo de regaño.

Entro hasta el fondo de la sala y me siento en el sillón giratorio quedo a la espalda de todos, solo tú puedes mirarme.

Al rato después de acabar de tomar nota me encuentro bastante aburrida, miro y nadie se fija en mi ni de lo que hago, ni tú.

Eso me da una idea maliciosa y divertida.

Giro la silla y quedo frente de ti, me suelto los botones de la camisa y la abro dejando a la vista tus tetas, intento llamar tu atención y cuando lo consigo ...

... mojando de saliva mis dedos rozo el pezón jadeando en silencio.

Tus manos aflojan los botones de la camisa y la corbata, pero disimulas muy bien que me has visto. Hasta que no vea. que te estas excitando no voy a parar así que separo mis piernas y las apoyo en los reposabrazos mi coño se queda abierto para ti y cuando alcanzas a verme me miras de manera que no se si quieres matarme o follarme, sé que me espera una buena , pero como ya la tenía ganada por antes, continué me chupe los dedos de las mano y poco a poco los introduzco dentro de la vagina una, dos, y tres veces y al ver cómo te muerdes el labio cierro las piernas y me acomodo como antes esperando que des la reunión por terminada.

La reunión ha terminado, y yo cada vez estoy más excitada y nerviosa pensando demasiado tarde que me había excedido.

Tu no paras de mirarme serio.

Y yo ha no se actuar para no empeorar las cosas.

Cuando salieron todos fuiste con ellos a despedirlos.

-Saray recoge aquí en lo que vuelvo, por favor.- Demasiado amable me lo has pedido....

Al volver cierras la puerta con llave, yo te observo con cautela, sin querer ni respirar por si puedo pasar desapercibida, pero no iba a tener esa suerte.

Te mueves hasta la silla en la que yo había estado sentada, te sientas y estiras las piernas cómodamente.

- Acercate.

- Voy a cerr..., ya lo he cerrado todo no te preocupes, riéndote falsamente.

- Acercate.

Asiento y me voy acercando despacio.

- ¿te has divertido?

Asentí ...