MUCHO MÁS QUE DIEZ KILOS!
Fecha: 13/05/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... moría! Anoche me pajee toda la noche pensando en vos. ¡Sos el más amoroso de los hombres! ¡Nunca te olvidaré! ¡Soy toda tuya! ¡Siempre, siempre!»
Clarisa, tal como lo previsto por ella… y por mí…, se había calentado al máximo. Como no quería que yo dejara de contarle, se dedicó a mamármela, una y otra vez. ¡Aflojaba cuando le dolía las quijadas! Y volvía a zalameramente a la pija… Como estaba acostada boca abajo, con el culito hacia mí, yo alternaba con mis manos y dedos en su concha o en su hoyito… ¡Todos felices! En realidad no tenía la menor idea de si seguía prestando atención
“Nos acostamos, abrazados, tratando de regular la respiración. Unos veinte, treinta minutos, totalmente relajados, por suerte. Ni caricias hubo. «¿Estás bien?» Gaby reaccionaba, otra vez guiando la “operación”. «Si tesoro, muy bien.» «¿Lo hacemos de nuevo? ¡Sigo teniendo ganas! ¡Te voy a matar! ¡Jajaja!» No esperó que yo diera el “ucase”. Se irguió y fue a mi entrepierna. Me acarició suavemente, y al comenzar la erección se la metió en la boca. Su profesional mamada condicionó totalmente la pija en pocos segundos. Se acostó boca arriba y levantó sus piernas. Era la “orden”. Me acomodé de rodillas entre sus piernas. Apoyó las piernas sobre mis hombros. Nos miramos a los ojos. Supongo que mi cara de placer sería como la de ella. Cuando se la fui enterrando, poquito a poco, Gaby se tomó las piernas desde las pantorrillas. Cuando llegué al fondo me acosté sobre ella, sin soltar las tetas. Nos ...
... besamos. Puse mi cabeza sobre un hombro, mientras bombeaba despacito, y me besó la oreja y el cuello. «¡Dios Dani! Nunca imaginé algo tan lindo. ¡Me vengo de nuevo! ¡Diooos, qué acabada!» Ese fluido fue glorioso, pues mojó abundantemente la raja, hasta el culo, llegando al ano sin mengua. Mientras seguía con la pija en la concha, le metí un dedo en el culo, luego dos. Como entraron sin problema, se la saqué y apunté con el glande en el ano. Nos seguíamos mirando a los ojos. ¡Gaby tenía más, mucho más, que diez kilos demás! ¡Un culo y tetas maravillosas! «¡Si papi! ¡Así, así, así, dale! ¡Oh, sí, lo más fuerte que puedas!» Se la enterré de una, hasta las tripas, y al tercer bombeo estaba acabando… «¡Ahahahah, nena, aaahhh!» «¡Si, si! ¡Te siento calentito! ¡Qué lindo! ¡Me vengo de nuevo! ¡Dios! ¡No puedo aguantar tanto placer!»
“Otra vez el relax… ¡No había otra! Yo…, si tenía razón Gaby… ¡me iba a matar! Mi cuerpo parecía una bolsa. ¡No tenía fuerza para más! Serían las cuatro cinco de la tarde. No tenía idea del tiempo que había pasado ni la hora que era. Solo me importaba tener más fuerza. ¡Tenía más ganas! ¡Gaby es maravillosamente voluptuosa! ¡No había rincón de su cuerpo donde no quisiera poner mi pija! No sabía si habría una segunda vez. Lo quería todo en este momento, pero no daba más, y Gaby estaba como al comienzo… ¡era inagotable! Hasta la pija sentía irritada. «Papi, papito… ¿estás bien?» «Si mi amor. Cansado, nada más.» «¡Jajaja! Bueno, descansemos…» Le iba preguntar ...