Mis tetas: una cogida épica
Fecha: 14/05/2023,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: shunhua, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Sentada en la mesa del comedor en un día de verano. Aprovechando que trabajo completamente desde la casa, me siento cómoda en un top de tirantes y unos shorts que apenas alcanzaban a cubrir mis nalgas. Estoy descalza, con mis uñas pintadas de un suave color rosado. Mis largas piernas, perfectamente depiladas, están cruzadas bajo la mesa. Mis manos cuidadosamente manicuradas, se deslizan por el teclado de mi laptop. Mi cabello rubio es corto, estilo pixie, lo cual me da un alivio ante el intenso calor.
Suena el intercomunicador. El conserje me informa que un paquete ha llegado para mí e insiste en subir a mi departamento a dejarlo.
Lo recibo con una sonrisa. Abro la puerta lo suficiente para que él pueda mirarme de cuerpo entero, pero nadie más en el pasillo. Es un hombre de unos 50 o 60 años, amable, caballeroso, respetuoso y que no pierde una excusa para tocar a mi puerta. Me tiene ganas desde el momento que me vio. Es inofensivo, así que lo dejo mirar a sus anchas.
No soy una mujer de nacimiento, pero con la dieta y ejercicio que moldeado un cuerpo tonificado y femenino del que me siento orgullosa. No he querido buscar ninguna cirugía, pero la curiosidad y el morbo de sentirme con unos pechos femeninos me carcome. El paquete contiene mi primer par de senos de silicona.
Me desvisto inmediatamente y corro a probármelas. Son copa G, deliciosamente enormes y pesadas. Para una copita B o D, me hubiera puesto unos rellenos. No, yo las quería grandes, que se sientan y se ...
... luzcan. Que provoquen lujuria pura.
Son exactamente de mi color de piel y se usan como un strapless (como se ve en la foto), de manera que se ajustan perfectamente a mi pecho. Puedo moverme con total libertad, y mis tetas se mueven exquisitamente conmigo.
Tengo preparado el atuendo perfecto para estrenarlas. O más bien, para que mi hombre las estrene. El momento es ideal, pues tengo unos 30 minutos antes que él llegue.
Me pongo un bikini de lunares, con una tanga que no cubre nada mi culito, apenas un triangulito que tapa el frente. La parte de arriba apenas sostiene mis nuevas joyas. Sandalias de tacón de 12 cm completan el look.
Estoy en la cocina cuando llega mi amor, me saluda desde la puerta y cuando entra, me encuentra de espaldas a él, y así le converso causalmente mientras preparo la comida. Por supuesto al entrar ve ese culo mío con el que tanto ha gozado, completamente a vista y disposición suya; y como todo hombre de sangre caliente, se acerca decidido a agarrarme las nalgas con sus manos grandes y callosas. Con ambas manos ahí, aun no descubre la sorpresa.
Finjo un sobresalto (pues es justamente lo que esperaba) y aún de espaldas, volteo la cara para besarlo tiernamente, mientras meneo mi cola contra su pene. Ya está despierto, solo tiene que salir a jugar.
Sus manos en mis caderas, mis labios en los suyos, con una mano libero su pija y me la pongo en mi hoyito.
Una de sus manos sube por mi torso y se encuentra con mis nuevos senos. El efecto es inmediato. Esa ...