Mis tetas: una cogida épica
Fecha: 14/05/2023,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: shunhua, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... es su sorpresa, ahora viene la mía.
Sus manos se aferran salvajemente a mis pechos. Con lo que solo puedo describir como un bramido digno de un gorila en celo, su pija que hasta hace unos segundos entraba suavemente en mi agujerito, me ensarta hasta el fondo, levantándome completamente. Mis manos buscan apoyo, pero no lo necesito. Me tiene a su merced. Si me la saca, me caigo, pues solo su pija me sostiene, pero en este momento siento que esta tranca nunca más saldrá de mi.
Me coge como una bestia, poseído, follando mi culo a placer mientras me estruja mis bellos senos como si su vida dependiera de ello.
Me hace girar en su tremenda pija, quedando por fin cara a cara. Sin detener su bombeo, me besa apasionadamente. Esos besos en que las lenguas se mezclan y confunden, muerdes los labios, donde más que besar, quieres simplemente saborear completamente a tu amante.
Con mis piernas abrazo su cuerpo, sus manos en mis nalgas, mis manos abrazando su cuello, mis nuevas tetas rebotan al ritmo de las embestidas.
Mi primer orgasmo no tarda en llegar. Ese temblor en todo mi cuerpo, el grito que no logra salir, los ojos en blanco, la “O” en mi boca ...
... que nunca miente… Y mi macho me aferra aún más fuerte y me ensarta con firmeza.
Me recupero, apenas, y lo miro directamente a los ojos. Sonrío mordiéndome el labio, y con mis piernas lo aprieto más hacia mí. Siento como si mi ano se envolviera alrededor de su pija, apretándola, aprisionándola. Me hace suya, y él es mío.
Me coloca de espaldas en la mesa, mis piernas sobre sus hombros, sus manos en mis pechos. Acostada dejo caer mi cabeza hacia atrás, mis brazos estirados, mirando el techo mientras me siento en el cielo. Completamente entregada, lo dejo hacer mientras me da el mejor sexo de mi vida.
Por un segundo me la saca, por un segundo me siento vacía, y justo cuando lo miro desafiante, me la vuelve a clavar con nuevos bríos.
Un orgasmo increíble me invade, infinitamente mayor que el primero. El terremoto sacude mi cuerpo, contrae mi ano y me deja sentir todas las venas de la pija de mi hombre, que en ese momento libera una violenta explosión. Su semen me llena completamente, mis manos se aferran a sus nalgas, garantizándome que ni una gota irá fuera de mí.
Nuestros gritos de placer se fusionan, el macho conquistador, la hembra satisfecha.