1. La gata del call center


    Fecha: 14/05/2023, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: shunhua, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Transformación y liberación Mi primer relato. Agradezco sus comentarios y sugerencias.
    
    Trabajar en un call center es el trabajo perfecto para quienes no se adaptan a las normas. Es un trabajo bien pagado, sencillo, mecánico, que deja libre la mente para lo que desees.
    Y mi mente deseaba ser una chica. 
    Mi transformación tomó tiempo, pero en este negocio, tiempo tienes de sobra. Y con independencia financiera, pude dar los pasos que deseaba. 
    Para mis compañeros yo era un chico, aunque no sabían más que eso. Siempre fui solitaria, y como el trabajo en equipo es innecesario aquí, nunca me vi forzada a interactuar con nadie. 
    Durante más de un año consulté con mi doctora. Ella me recetó las hormonas necesarias, y durante ese tiempo las he tomado religiosamente. Los cambios en mi cuerpo han sido evidentes, pero solo para mí. 
    En el trabajo, aprovechando la vestimenta informal, usaba grandes camisetas dos tallas más grandes, y jeans anchos. Mi figura, ya mediana (1,70), se veía aun más disminuida y me permitía pasar aun más desapercibida. Mi cabello largo era algo usual entre los hombres, así que a nadie le importaba.
    En el espejo, en la privacidad de mi departamento, mi piel se empezó a sentir más suave. Mis caderas se empezaron a llenar más. Mis nalgas, ya de por sí mi atributo más preciado, se volvieron aun más hermosas. Mis tan esperados pechos dieron sus primeros asomos, y logré tener una B pequeña. Las camisetas apenas alcanzaban a disimular, y me encontré a mi ...
    ... misma encorvándome para que no se notaran mucho.
    Me entusiasme por los excelentes resultados. Me esforcé con mi dieta y ejercicios y poco a poco logré una hermosa figura. Delgada y curvilínea.
    Pero no era suficiente. Era hora de salir a la luz. El paso siguiente era el más trascendental, el más difícil. El mejor.
    Acumulé vacaciones, ahorre todo el dinero que pude, y me preparé.
    Agendé mi tan esperada cirugía: mis tetas. Siempre ansié tener un hermoso par de tetas, y ahora era el momento de conseguir lo que deseaba. 
    Los implantes de 650 cc me dieron justo esos jugosos y apetecibles pechos talla 32 DD que deseaba. Unas semanas de descanso, y mis joyas se veían perfectas. El espejo dejo de ser suficiente. Me sentía liberada. Quería ser deseada. 
    El día de mi regreso al trabajo lo ajusté para coincidir con Halloween. Tradicionalmente era un día de trabajo normal, pero muchos llegaban disfrazados. Cabe recordar que yo trabajo con hermosas mujeres, bien putas además, y ese día suele ser una pasarela de hermosos cuerpos en reveladores trajes, para el gusto de todos los presentes.
    La oportunidad perfecta.
    Fui a una sex shop, el lugar perfecto para conseguir un disfraz sexy. Elegí a Gatúbela. Un traje de látex negro y completamente ajustado, que se marcaba perfectamente a mi nueva figura. Mi pene, invisibilizado en la ajustada entrepierna. Mis tetas casi reventaban del traje, que las juntaba y marcaba el perfecto escote. Encima de eso usé un brassier push—up de Victoria Secret, ...
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