La anécdota sexual con mis vecinos... - Relatos Eróticos

La anécdota sexual con mis vecinos...

... sus tetas, que aunque estaban un poco caidas por la edad, seguían siendo bonitas y realmente apetecibles.
Como estaba a mi lado, pude oír un suspiro de Carla, se notaba que era bisexual o lesbiana, y supongo que al ver los pechos francamente grandes de Pilar se calentó un poco. 
-Esto cada vez parece más una orgia... -replicó Laura-
-Y si... Hacemos una? -dijo de repente Carla, y todo el mundo se calló atónito.
-Como?
-Bueno, es obvio que toda esta situación nos llama la atención a todos, porque ninguno se ha ido. Y dado que la mitad de las personas presentes están desnudas, ya da igual que estemos todos así no? Solo sería está noche, y no se lo diríamos a nadie... -dijo, mientras me miraba de reojo mordiéndose el labio-
-Por mi... bien -suspiro Antonio, el tío ya se había quitado toda la ropa, tenía algo de barriga, pero para la edad estaba bien, acababa de correrse y había lanzado un buen chorro que le había embadurnado toda la mano.
-Bueno, con este pervertido ya casi no tengo vida sexual... -dijo ...

... Pilar- y sería una experiencia interesante...
-Uy, yo también quiero! -dijo Martina- vamos papá?
-Ehh no... Eso, ejem, sería horrible...
Se notaba que deseaba eso pero lo negaba.
-Venga papá! Escucha, se que cuando me baño me espías a escondidas... Estoy seguro que no quieres que mamá se entere de eso...
En ese momento Samuel se puso rojo de vergüenza.
-Tranquilo, no se lo diré... Si lo hacemos. -y vi como le acariciaba la entrepierna-
-bueeno... Está bien...
-Por mi también está bien -dijo Mario-  y tu Laura, te atreves? 
-Claro que no! Es decir, tengo marido... Y dos hijos... No podría...
-No se enterarían...
-Yo... Bueno... Me lo pensaré. -Y cerró la ventana de golpe-
-Genial, todos queremos -dijo Carla- y lo haremos en tu casa, doña morbosa.
Entro en su casa, y todos mis vecinos hicieron igual. Me quedé ahí, desnuda y mojada por la situación, pensando en lo que acababa de pasar y preguntandome si de verdad haríamos una orgia... Hasta que unos instantes después se oyó el timbre de mi casa.

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