Confesiones de una esposa - Relatos Eróticos

Confesiones de una esposa

... sorprendí que mi hija heredo mi cachondez, del miembro del novio no hay nada que decir ya que no había nada que yo no hubiera visto antes.
Aunque debido a mi calentura en una de tantas ocasiones que mi esposo me quedó a deber en la cama, me encerré en el baño y me masturbe  recordando las veces que sorprendí a mi hija mamándole la verga al novio.
Hasta fantasee con un trío con ellos!!!, era obvio que eso no era posible.
Fue así como pude ser mejor atendida por mi amante César en mi casa... pensé si el cabrón del noviecito de mi hija agarró confianza para ahorrarse el motel...¿por qué no habría de coger yo en mi casa?
Eso y muchas cosas pensé cuando Cesar me puso apoyada en la pared de la cocina me bajo mi pantis después de levantar mi falda con vuelo amplio(propicio para la acción) y me daba unas tremendas lengüeteadas entre mis nalgas.
Me hacía sentir llegar al cielo!!..
Para después penetrarme de manera salvaje, ruda y fuerte así me gusta a mi, no los intentos que hace mi pobre marido.
Para rematar me tragaba todo su semen y me limpiaba con una servilleta.
Como mis hijas son predecibles solo me buscaban para pedirme de cenar y a mi me dejaban tiempo suficiente para gozar con mi amigo y estar más tranquila para cuando llegara mi esposo.
Después nos tuvimos que alejar un tiempo y me dolió perder ese macho que sabía complacerme.
A los pocos meses me involucre con un hombre que resulto ser todo un macho en la cama, gracias  una amiga que tengo.