1. Mi cuñada Esther


    Fecha: 25/09/2018, Categorías: Confesiones Autor: lauragv, Fuente: RelatosEróticos

    Fuimos de visita a la casa de mis suegros, ellos viven a unos 60 kms. de donde vivimos mi esposa Carmen y yo, convivimos todo el día, mi cuñada Esther, era la encargada de atender a los invitados a esa parrillada con motivo del aniversario de bodas de mis suegros, como ese convivio terminó ya bastante tarde, a eso de las tres de la mañana, mis suegros y mi cuñada se negaron a que regresáramos a casa a esa hora.
    
    Esther dijo que durmiéramos en su recamara, pero ella tenía una cama individual que nos cedió a Carmen y a mi y ella se acostó en una colchoneta al lado de la cama, Carmen escogió el lado pegado a la pared durmiéndose casi de inmediato, dejándome el lado de la orilla, yo tenia puesto una bermuda de resorte a la cintura que me presto mi suegro, Esther entró a la recamara con un diminuto short y una blusita satinada de tirantes, la blusa era corta, apenas llegaba a la altura de sus costillas, dejando al descubierto su preciosa cintura y su sexy ombligo, tomó un peine y alzó los brazos para peinar su cabello antes de acostarse y casi deja al descubierto sus hermosas tetas, apagó la luz y se acostó al lado de la cama en la colchoneta. Esa noche hiso muchísimo calor, los dos ventiladores no lograban darnos el confort necesario para poder dormir bien, por lo que escuche cuando Esther se paro al baño, cuando regresó a la recamara, se puso frente al ventilador para refrescarse, la claridad de la ventana dibujaba muy sensual su bella figura, voltio a verme y yo disimule ...
    ... estar dormido, ella cruzó sus brazos y se quitó la blusa, yo no podía creer lo que veía, ver a mi cuñada que vestía solo ese pequeño short y su pecho desnudo, viendo sus preciosas y redondas tetas, pero mi sorpresa fue mayor al ver que también se quita el short quedando en una diminuta tanga blanca de hilo, que se perdía entre sus redondas nalgas, al frente un pequeño, muy pequeño triangulo adornado con una flor igual blanca, se acostó en la colchoneta al lado de la cama, a solo unos centímetros de mi, al alcance de mi mano, vistiendo solo su tanga, acostada boca arriba, con las piernas flexionadas y abiertas, como esperando que yo me acomodara en medio de sus piernas y hacerle el amor, así se quedó dormida, pasaron mucho tiempo, calculo que mas de 30 minutos, decidí ir al baño, me pare sin hacer ruido, pero me quedé viendo como su tanga apenas cubría sus labios vaginales, sus delgadas pero bien torneadas piernas, su abdomen plano, y sus redondas tetas coronadas por sus hermosos pezones negros, mi verga se puso firme ante esa bella imagen, me fui al baño y al regresar vi que Esther estaba de lado, en posición fetal, con su trasero apuntando hacia la cama, que al acostarme, el espectáculo era fantástico, no dormí en toda la noche, contemplándola, con la verga bien parada.
    
    Cuando amaneció y al escuchar que Carmen se despertaba, ella se tapo con su sabana, Carmen y yo fuimos a bañarnos, salimos del baño ya vestidos, Carmen fue a la recamara a maquillarse, Esther continuaba tapada ...
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