La perra de la Vulca - Relatos Eróticos

La perra de la Vulca

Historia compartida por un amigo de Twitter proveniente de la república Mexicana, me pidió sensura para su nombre así que solo disfruten.

Hace casi un mes atrás suscitó el relato del que les vengo a contar; resulta que hace ya un año que trabajo para Don Antonio un señor quien tiene una vulca, así que todo el día lo paso ahí, poco despues de empezar a trabajar para él tenía que buscar un cuarto donde vivir pues toda mi familia es del sur del país y por alguna idea estúpida yo me fuí bastante lejos. 
Por suerte el se ofreció a prestarme sin pagar nada una casita en la parte de enfrente de la vulca que era de un familiar que se había ido a Estados Unidos la verdad es que aún le faltaban algunas cosas, pero a mí no me importó.
Todo iba normal, a excepción de algo personal, como cualquier otro hombre y con 24 años era una necesidad natural estar parchando con alguien y la pura verdad era que siempre me rechazaban o me bateaban las chavas, era mayormente por mi trabajo y la verdad es que la mano daba batalla pero ni así y la puritita verdad es que yo prefería una chochita de hembra... En fin, así fue transcurriendo el tiempo, hasta que una tarde mientras ya alistaba las cosas para cerrar llegó Don Toño  con una perra en la camioneta, mencionaba que era una cruce entre labrador y mestizo y que pertenecía a su hija pero se la tuvo que dar por ahora por qué había entrado en calor y el perro del vecino la había querido agarrar.
No sé que fue en realidad pero una corriente me ...

... recorrió por la espalda cuando la ví, me acerque a quererla tocar, para gracia se dejó... Don Toño dijo que no era nada brava (cabe recalcar que ya me la he jalado anteriormente con videos de yeguas... Pero aburría super rápido). De pronto mi parte morbosa salió a relucir en mi mente y me calenté bastante tanto así que la riata se me entiesó rápido, y así disimule hasta que duró la hora del cierre.
Crucé y entre a la casa, la verdad es que dude un poco acerca de atreverme a hacer algo como el ZOO con una perra, pero enserio que traía ganas y ya habían pasado días desde la última jalada, así que decidí planear mi cometido... Después de un rato decidí ir a la farmacia unas calles atrás y comprar unos condones, algo me decía que esa perrita sería mía y yo me volvería su macho el tiempo que ella estuviera en la vulca.
Bueno, ya era como media noche, así que solo me asomé a ver la calle pero solo carros que seguían transitando pocos por cierto, lo bueno que es una calle de puros negocios... Pensé que sería buena idea que para hacer más cómoda la situación llevara ropa ligera, me puse un Pans y una playera sin interior, algo bueno de todo esto es el tener la llave del portón la confianza del patrón... Sin imaginar lo que terminaría haciendo en el negocio.
Ella empezó a ladrar, había quedado suelta... Me acerque tratando de hablarla (por cierto me reservo el nombre) ella empezó a alborotarse, mientras venía a mí la empecé a acariciar del lomo y rápidamente ésta halzo la cola... Con ...