La perra de la Vulca - Relatos Eróticos

La perra de la Vulca

... cansancio me quedé dormido. Fue el sonido de los carros que hizo despertarme del sueño tan profundo en el que estaba, de pronto noté que la perra ya no estaba, me revisé y noté que aún tenía parte del condón puesto pero roto eso significaba que le dejé ir toda mi leche a dentro, y mi pene... ¡Mi fierro! estaba colorado y bastante hinchado de la punta y por no mencionar el dolor que tenía en toda esa parte. Después de buscarla la encontré hechada bajo el auto que estaba guardado dentro, pensé que se pondría arisca pero no fue así, en cuanto me vió salió rápido y moviendo la cola se acercó a olfatearme, Baia! Creo que después de todo me a aceptado como su macho... Me vestí rápido y revisando que todo estuviera en orden haciendo énfasis en que la perra ya estaba como si nada, ni pareciese que fue revolcada por un macho.
Rápido me fuí a la casa, en cuanto entré ví me teléfono apenas eran las 6 y dije en mi mente, para las 10 que llegué don Toño ya estaré como si nada, me metí a bañar para quitarme toda la suciedad, el fluido seco y los pelos de perro que tenía en casi todo el cuerpo...
Para poco antes de las 10 ya estaba abriendo el portón de la vulca cuando la l patrón arribo, saludando me como si nada, sin imaginar todo el desmadre que le hizo el trabajador anoche a la perra.
Y así transcurrió el día.
Si quieres saber de mis otros dos encuentros más pronto estarán en la página.

Saludos de parte del escritor 🐕