1. La sobrina precoz parte 1


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... juego. Recién bañada me sequé el pelo haciendo ruido por si estaba dormido y que despertara. Fui a su cuarto para asegurarme de que estaba, toqué y le dije; “tío, voy a estar en mi recámara por si algo se te ofrece”. No contestó, ya en mi recámara cerré la puerta sin seguro, mientras leía un libro boca abajo, en esa posición mi trasero quedaba casi al aire pues las aberturas laterales de mi bóxer descubrían de más..
    
    Pasó casi una hora, mi tío no entraba a mi habitación, ansiosa esperaba me tocaba sintiendo mis jugos vaginales y mi tío no se decidía a entrar. Me levanté y dejé la puerta abierta regresando a la cama, me acosté boca abajo con mi pierna izquierda flexionada sabía que mi raja húmeda y caliente estaba a la vista pues varias ocasiones me ponía así fantaseando un momento sexual.
    
    Luego escuché sus pasos hacia mi cuarto, me acomodé en la cama flexionando mi pierna izquierda hacia la puerta de manera que al entrar viera mi raja húmeda. Cuando entró, se sentó en la orilla de la cama y empezó a acariciar mis nalgas pasando sus manos por los lados de mi boxer, sabía que había visto mi raja mojada, al tocar mi intimidad expresó; “¡¡mmmhhh estás bien caliente bebé!!”, no respondí solo dejé que sus dedos la exploraron haciéndome mover mis caderas. Me quitó el bóxer hasta las rodillas y me empinó, empezó a lamer mi culo de una manera riquísima, no quería que se detuviera, sus dedos acariciaban mis labios genitales y mi clítoris, con mis movimientos le decía que me ...
    ... gustaba lo que hacía. Me volteó al mismo tiempo que levantaba sacaba el bóxer de mis piernas, y levantaba el corpiño por arriba para dejar mis senos a su vista. Puso sus ojos en mi raja y con lujuria la acarició, abrí mis piernas, y puse una de ellas en el respaldo del sillón. Abriendo más mi vagina para que su boca me hiciera lo que quisiera me levantaba un poco para no dejar de lamer mi culito, se puso de rodillas frente a mi tomando su verga como si fuera una amenaza, la colocó en mi raja ansiosa, mordí mis labios, cerré mis ojos esperando que su verga entrara en mí, se detuvo y me preguntó que si estaba segura de quererlo, me preguntó cuando llegaba mi menstruación, le dije que en dos días, dudó un poco y se le supliqué me penetrara, que lo deseaba y que si no era él, sería otro, convencido de que así sería si no me cogía, (pero no lo dije en serio, eso creo). Tomó mis caderas y me penetró despacio, grité de dolor y placer al mismo tiempo, el dolor fue muy corto, el placer fue total, cuando su verga entró toda, se acostó sobre mi, y dijo; “¡al fin pequeña, al fin estoy dentro de ti!, “¡al fin es realidad poseerte, y después de este día serás mi putita mamita rica!”, sus palabras más me encendieron, un hombre me llamaba puta mientras me poseía, sabía que me iba a gustar ser cogida, antes me parecía degradante hacia la mujer que en el sexo, los hombres les dijeran a sus mujeres ese tipo de palabras, mi mente estaba cambiando, al grado de que cuando no me lo dice, le exijo que me ...
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