1. La sobrina precoz parte 1


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... agradecida, mientras trataba de pasarme su semen y aclaraba mi garganta. Se quedó quieto y pensativo, como que se arrepintió, me pidió disculpas, y se cubrió con la camisa su parte, me ordenó que me vistiera, molesta, tomé mi ropa y desnuda caminé hasta mi cuarto, segura de que estaba viendo el contoneo de mis nalgas. Pensando que era un idiota y que se estaba perdiendo de esas nalgas ansiosas de ser usadas por un hombre.
    
    Luego de eso, mostraba molestia hacia él, quería mostrarle indiferencia. Pensaba que si quería, él fuera quien me buscara, hasta que su conciencia dejara de remorderle por lo que hiso conmigo, su sobrina, la hija de su hermano. Así que dejé que él iniciara el momento aunque yo estaba ansiosa por al menos, mamársela. Después de haber probado eso, ansiaba que me buscara. Me desesperaba porque nada sucedía.
    
    Una semana después de ese viernes en que todo empezó, sabía que esperaba que llegara de mi escuela, estaba en su recámara con la puerta abierta y desnudo acariciando su verga, me dijo que si quería mamarla y aventando mis libros empecé a complacerlo y a complacerme pues mientras lo hacía me acariciaba las nalgas y me masturbaba, me quité la pantaleta para que explorara con libertad, la falda del colegio quedaba en mi cintura y movía mi trasero feliz. Como esa vez, fueron muchas veces como esa, siempre se vaciaba en mi boca, o me empinaba y se venía en mis nalgas sin penetrarme, esparcía su semen por toda mi redondez trasera. Pero solo pensaba en él, ...
    ... solo eyaculaba y todo terminaba.
    
    Fue más de un mes en que solo llenaba mis nalgas de semen o solo mamadas de verga y venidas en mi boca, porque según él, no debía ser. Cuando se le antojaba descargarse sabía que no me negaría complacerlo, pero solo cuando el “señor” tenía ganas. Se acercaba con la verga parada en sus manos, tocaba mis hombros para indicarme que me bajara a “tomar agua”, así decía, me tenía de rodillas disfrutando el calor y la humedad de mis labios y lengua, el mordisqueo suave en sus huevos, disfrutando mis mamadas y yo disfrutando esa hermosa y poderosa verga hasta que se vaciaba en mi boca, hasta que me tragaba la última gota de semen, la sacaba y golpeaba con su palo mi rostro, si se venía en mis nalgas, igual las vergueaba como dice, sin tomar en cuenta si me venía o no, solo se subía sus pantalones y como si nada hubiera pasado, se retiraba. A veces me quedaba masturbándome mientras me observaba, tirada en la alfombra desquiciada con mis dedos en mi raja acariciándome.
    
    Su trabajo lo enviaba a otras ciudades dos o tres días y esto interrumpía las sesiones cachondas que me hacía. Esos días me la pasaba ansiosa por su llegada, mi mamá de muy buen humor me dijo que mi tío regresaba al día siguiente; sería un sábado, estaríamos completamente solos porque mis papás trabajarían. Segura de que al menos iba a mamar verga, me preparé con un baño ropa de cama un corpiño y un bóxer abierto de los lados de seda con estampados de rosas y debajo una tanga que hace ...
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