En la cabaña - Relatos Eróticos

En la cabaña

Hola, me llamo Pablo, tengo 53 años, estoy divorciado hace ya 5 años, vivo en un pueblo de muy pocos habitantes, solo hay 10 casas y nos conocemos todos. 
Hace unos años atrás mientras caía una lluvia intensa, sonó mi celular, era María de la casa que está bien adentrada, casi llegando al río,  que se había quedado estancada en el barro con su camioneta, pidiendo ayuda ya que su marido Raúl que es policía se encontraba trabajando. Pregunté por dónde estaba y me acerqué hasta el lugar con mi tractor. Su camioneta estaba totalmente enterrada en el barro, así que me bajé del tractor, la lluvia era muy fuerte por lo que era difícil mirar hacia adelante. Busqué una cadena y la enganché a su vehículo para poder arrastrarlo. Ella no podía bajar, así que desde el interior me saludó. Le hice señas indicando que la llevaría a la rastra. Así fué que la saqué de allí y nos dirigimos hasta su vivienda, una vez allí desenganché su camioneta y pudo bajar tranquila. Me saludó muy amable, con una sonrisa que denotaba nervios por lo sucedido. Luego me invitó a pasar para que me secara un poco. 
Una vez adentro me dió una toalla y me ofreció un café. Me vino muy bien ya que hacía mucho frío. 
Me pidió disculpas por la molestia ocasionada y me pidió permiso para irse a cambiar de ropa.
Mientras yo terminaba la taza de café pude escuchar el grifo de la ducha que se abría, desde allá me dijo que ya regresaba conmigo en un instante ya que se iba a bañar. Esperé sentado en una silla de ...

... madera que se encontraba casi a la entrada de la casa. Después de unos minutos se acercó hasta donde estaba yo, ya bañada, con una bata y unas pantuflas en los pies. Al principio me sorprendió, pues me había recordado a mi ex mujer que se vestía igual después de bañarse. Me preguntó si yo me quería bañar, ya que estaba lleno de barro y todo mojado. Al principio dije que no, que mejor seguía mi camino a casa, pero ella insistió diciendo que me daría ropa seca de su marido. Después de que me insistiera un par de veces acepté, me pegue un baño rápido. Mientras me estaba secando escuché su voz indicando que me había dejado la ropa en la habitación contigua. Así que salí envuelto en el toallon y me cambié. 
Me dirigí hasta el living dónde se encontraba ella, junto a un hogar a leñas. Le dí las gracias y me apronté para irme…
(Ella) a dónde va ir, quédese hasta que merme un poco esta lluvia se va a mojar de nuevo…
(Yo) Es que no quiero molestar y mucho menos que llegue su marido y yo esté acá y le ocasione algún inconveniente.
(Ella) no se haga problemas, mi marido regresa mañana, y después del favor que me hizo es lo menos que puedo hacer. 
(Yo) ok, me quedo un rato más ..
 
En eso que estábamos hablando se agacha para arrimar más leña al fuego y su bata le levanta casi a la altura del culo, que por cierto lo tiene muy bien formado. Mis ojos se clavaron allí, era inevitable, después se dió vuelta y me preguntó si quería otro café.  

(Yo)Ok, tomo un café más y después me ...