1. Sorprendido en un lavabo público


    Fecha: 28/09/2018, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Sucedió hace 5 años, en el 2011, cuando yo tenía solo 19 años. La frase prólogo que he puesto es así: me gusta el pene que me ha tocado, es gordo y grueso como un tronco. De largo, es más largo de lo normal, pero tampoco mucho. Mide 18 centímetros (19 si lo estiro un poco, jeje), más de 15 centímetros, pero no llega a 20. Pero lo bonito de mi polla es su grosor, de modo que incluso en estado flácido, mi pene marca un buen bulto en mis gayumbos. Pues, una mañana estaba en un barrio que no era el mío y tenía una hora de tiempo de sobra en un bareto donde había quedado yo con un amigo. Como me quedaba mucho tiempo, estaba echando un vistazo en las tiendas del centro comercial donde estaba ese bar-cafetería. Tampoco había ido yo a ese centro comercial por las mañanas (sí lo había hecho por las tardes y noches, ya que alguna vez había ido a los cines de la planta superior). Y me entraron ganas de mear, porque ni había meado en casa y tampoco quería estar con esa sensación durante ese tiempo hasta que llegara mi amigo. Así que, busqué los lavabos del centro comercial y di con uno de ellos. Eran como las 11 y media de la mañana y no había mucha gente paseando o comprando. Entro en los lavabos y ahí había dos tíos en los urinarios. Me pongo yo a mear y cuando miro de reojo al sitio, reparo que uno de los tíos está mirando al otro… Miro al otro y ese estaba con la polla casi tiesa, sobándosela, subiendo y bajando el prepucio mientras el mirón miraba. Hago un paréntesis: Yo ya sabía ...
    ... que algunos tíos se reunían en urinarios para hacer “guarrerías”, jaja, pero pensaba que era más fantasía de vídeos eróticos que algo real. Solo una vez vi en los lavabos de un cine a un chico (con mochila, lo recuerdo muy bien) que estaba con la polla supertiesa en un urinario. No se pajeaba, pero la visión era muy clara. No sé…; supongo que a lo mejor se le puso tiesa momentos antes de yo entrar y esperaba a que decayese un poco, o le gustaba exhibirse. El caso es que aquella vez me resultó chocante ver a un chico con el pollón tieso, y él solo, nadie más en los lavabos. Yo hice pis, me lavé las manos y me fui. Vuelvo al caso que me pasó: La situación de uno que se pajeaba lentamente y otro que miraba, y todo mientras yo meaba y me tocaba mi polla me hizo dar un respingo a mi polla y se puso morcillona. Ya flácida es bastante gorda (ancha), y cuando se hizo más colgona pues me colgaba una manguera que no pasó desapercibida al mirón que también me echaba un vistazo. Le llamó la atención mi polla y decía en voz baja (“guau, vaya herramienta”, o algo así dijo: Una expresión de asombro). Seguía hablando en voz baja alabando mi polla y muy pocos segundos, y viendo que yo no me iba sino que estaba ahí encantado como las madres cuando alaban a sus hijos, me decía en voz baja si no me molestaba lo que decía. Yo no hablaba casi nada, y con la cabeza y monosílabos le decía que no pasaba nada. Y me dijo el mirón si podía agarrar mi rabo, y…, en cuestión de segundos me dio vértigo y ...
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