Sorprendido en un lavabo público
Fecha: 28/09/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... ganas de irme ya del urinario, pero estaba paralizado. Ya digo que no pasaron más de 2 o 3 segundos y asentí con la cabeza. Entonces, el mirón me agarró la polla entre exclamaciones (el otro tío que se sobaba la polla se puso al otro lado porque también quería ver como me agarraba la polla el mirón). Y, una vez agarrada mi polla, como un calambre eléctrico sacudió mi cuerpo: una mano ajena me agarraba la polla!!!. Y, ésta empezó a crecer según me bajaba el pellejo, asomando el capullo. Yo tenía la sensación al 50 % de morbo y susto, por estar con desconocidos en un lugar público, aunque fuese a una hora con poca afluencia. Y…, no sé si sería por el morbo o la novedad, mi polla se puso a 100 en poco tiempo, 18 centímetros de largo y un grosor que no abarcaba la mano del mirón, un capullo grande, carnoso, brillante e hinchado, que tanto le llamó la atención y le gustaba a “mi admirador” que, mirando por si acaso a derecha e izquierda (aunque en ese momento solo eramos 3 en el lavabo), se arrodilló y me empezó a chupar la polla. Yo, que en ese momento nadie me había hecho una felación, me puse a 100. Empezó a lamerme todo el tronco del pene, se intentaba meter el ciruelo del capullo en la boca, abriéndola bien, encharcándome de saliva el capullo. Todo muy morboso…, hasta que se oyó la puerta del lavabo: como un resorte, el mirón chupador se levantó, se incorporó e hizo como que meaba. Su polla no la podía ver porque se la tapaba con las manos, pero en un vistazo vi que la ...
... tenía medio tiesa. Pero no era nada del otro mundo. Sin embargo, mi polla estaba a tope cuando apareció otra persona. Me quedé paralizado y en ese momento no sabía si aparentar que meaba como los otros dos o si me guardaba la polla en el pantalón, pero estaba demasiado tiesa e hinchada. Me tendría que abrir el pantalón para acomodarme el superpene, porque por la bragueta no me la podía colocar. Y, ante ese “problema” no hice nada. Estuve como los otros dos, disimulando, pero mi polla no disimulaba: seguía tiesa, un tronco que no podía tapar con mis manos. Pensaba: seguro que el que acaba de entrar mira de reojo y me ha pillado con la polla tiesísima…, mientras los otros dos disimulan sus penes muy bien…, y yo no puedo ocultarlo. Me sentí como si estuviera desnudo en medio de la plaza mayor, y esos minutos, 2 o 3, en los que la persona última estaba en el lavabo, me parecieron eternos…, hasta que ya oí que se movía, se lavaba las manos y se iba. No le miré ni una sola vez, no quise cruzar mi vista con la suya. Una vez que se fue este “intruso”, el mirón chupador volvió a agarrarme la polla y a pajearme. Yo, que tenía como una central eléctrica en la polla, ya estaba a punto de eyacular, y me dije a mí mismo que le iba a hacer a ese tío tragar toda mi leche por “obligarme” a tener una paja en público (no me obligaba, jaja, pero me pareció bien “castigarle” con una ducha de semen). Y, me chupaba bien la polla, pero cuando me vinieron las contracciones de la corrida, en ese momento ...