1. Esclavizado en un Campamento de Verano - 5


    Fecha: 28/09/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Rikoooo, Fuente: SexoSinTabues

    Capítulo 1: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-31586.html Capítulo 2: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-31727.html Capítulo 3: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-44862.html Capítulo 4: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-45557.html Una vez más me desperté sobresaltado por un portazo. Esta vez la luz de la habitación no estaba encendida, aunque el cuarto estaba ligeramente iluminado por la luz que dejaba pasar la persiana, que estaba a la mitad. Lo primero que vi fue la cama vacía de mi compañero, supuse que acababa de marcharse y le dio gran publicidad al evento. Me coloqué boca arriba con la mirada clavada en el techo y frotándome los ojos, el culo me molestaba un poco y me escocía ligeramente una muñeca en un lateral, sin embargo no tenía las manos atadas ya, las esposas no estaban, miré a mis pies y tampoco estaban, ni las esposas, ni los calcetines. Donde sí había un calcetín era alrededor de mis huevos y mi polla. –Joder –dije en voz baja– ¿cómo puede ser que no me entere de nada? Roberto se había levantado, duchado, vestido, me había desatado y quitado los calcetines mientras yo estaba durmiendo como un tronco. Quizás fuese por la paliza de hacía pocas horas, pero el caso es que no me enteré de nada. Desaté el calcetín de mi polla y lo tiré al suelo, las duchas de las habitaciones colindantes empezaron a sonar. Me senté sobre la cama y observé el suelo: había una camiseta, un pantalón corto y dos calcetines, el que acababa de ...
    ... tirar y el que usó de mordaza Roberto mientras me follaba el culo. Entré en el baño, esta vez mi compañero no había sido tan descuidado, no había ningún bóxer junto a la ducha. "Qué lástima" pensé, a pesar del duro castigo me seguía dando morbo olerlos a primera hora de la mañana. Cuando salí de la ducha me fui hasta la cama, me puse el pantalón corto, la camiseta y no tuve más remedio que ponerme los calcetines que tanto trabajo estaban teniendo últimamente, tenían algunos cercos, y las plantas estaban realmente curradas, por no hablar del olor. Empecé a buscar las zapatillas pero no había, busqué debajo de las camas, junto a los armarios, en el baño, nada. –¡Será cabrón! –dije cerrando los ojos y mordiéndome el labio con gesto de enfado, estaba claro lo que ocurría. No me había sacado las zapatillas del armario, y era evidente que no había sido un despiste casual. Los monitores como en cada mañana empezaron a dar voces para que bajásemos al comedor. Me miré los calcetines, encima no estaban lo que se podía decir muy presentables, llevaban trabajo de varios días, y lefadas de mi compañero y mías. Pensé en no bajar, pero seguramente el monitor de mi grupo preguntase por mí y me subiesen a buscar a la habitación y conseguiría meterme en un lío a mí y a mi compañero, así que no tenía opción. Salí de la habitación y traté de aparentar total normalidad, bajé las escaleras de los dos pisos saludando sólo a aquellos compañeros que me saludaban, pude ver como algunos se fijaban en mis ...
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