Esclavizado en un Campamento de Verano - 5
Fecha: 28/09/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Rikoooo, Fuente: SexoSinTabues
... par de esposas se cayeron al suelo, Roberto ni se inmutó, sacó su cámara de fotos y me tiró al suelo las zapatillas. –Ahí tienes, tus queridas zapatillas, y recoge eso, es tuyo a fin de cuentas Sin decir nada me agaché y las volví a meter en el armario. –La próxima vez que vuelvas a cambiarte de calcetines o a desobedecerme igual bajas al comedor con menos ropa aún, ¿está claro? –Sí, ssí, no volverá a ocurrir –le dije desde el suelo mientras me ataba los cordones Era evidente que había sido una demostración de fuerza en parte y una venganza por mi osadía de cambiarme los calcetines, quise ponerme unos limpios y lo que conseguí por eso fue tenerlos más sucios y encima que los viese todo el campamento. Estaba claro que Roberto iba muy en serio. Cuando bajamos a la entrada a esperar la salida hacia los museos, algunos todavía me miraban los pies, a ver si se prolongaba el momento divertido, pude oír algunos comentarios como "ya se las ha puesto", "no va descalzo" o "ya se ha despertado". El resto de la mañana fue más normal, visitamos como nos habían prometido dos museos, uno de ciencias donde podíamos tocar y probar cosas y otro más aburrido de historia de la ciudad en la que nos encontrábamos. Roberto parecía haber roto con su novia porque ya ni hablaba con ella, pasó la mañana con sus dos amigotes y en especial parecía enfrascado en una conversación con el rubito de las adidas. El tema estrella de aquel día a la hora de comer no fueron mis calcetines, afortunadamente, si no ...
... el planetario del museo de ciencias. Había gustado mayoritariamente. El plan de la tarde era algo distinto, nos habían dejado hasta media tarde de siesta y el resto de la tarde, con el sol ya más bajo, haríamos deportes variados, como en días atrás. –Hoy me apetece dormir la siesta, esta noche no dormí demasiado –dijo Roberto mientras subía las escaleras Habíamos terminado de comer, y yo iba detrás de él como era costumbre. El anuncio me sorprendió, yo también tenía sueño y me apetecía dormir un rato. Entramos en la habitación, me abrió el armario y se sentó en la cama. Yo procedí con el ritual de costumbre, quedarme en calcetines y meter la ropa en el armario. –Saca las esposas y póntelas –me dijo antes de que cerrase el armario -Pero Ro… No acabé la frase, la mirada que me lanzó fue suficiente. Saqué las esposas de las manos primero, me las puse con cierta torpeza, era la primera vez que las manejaba porque siempre me las habían puesto. Saqué las otras, cerré el armario con llave y me la puse en la boca. Me senté en el suelo como pensando de qué manera me las pondría mejor, y siguiendo los pasos de mi compañero en mis anteriores ocasiones me las puse encima del calcetín para evitarme roces. Ya a cuatro patas, fui hasta donde estaba Roberto con mucha dificultad, a pequeños pasos, eso parecía divertirle mucho que no quitaba la sonrisa de la cara, similar a la de la mañana. Cogió de mis labios la llave y la metió en el bolsillo de su pantalón corto. –Quédate como estas, ahora ...