Un trío morboso
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Alvaro G. Suese, Fuente: CuentoRelatos
... nos quedamos las dos toda la noche contigo o si lo prefieres mejor una sola de nosotras.
Aquella nueva dimensión de la propuesta le produjo un fuerte estado de excitación y de deseo. Notó como su pene comenzaba a empalmarse. Realmente deseaba probar aquello que "mulata sensual" le estaba proponiendo.
Tras hacer unas breves consideraciones aceptó la propuesta. Pese a todo le indicó que buscaba total discreción y que por ello no quería que llegasen juntas a la habitación con el fin de evitar sospechas por parte de los empleados del hotel y mucho menos preguntas que exigiesen respuestas indiscretas una vez rebasada la puerta de acceso al establecimiento.
Quedaron de acuerdo en ello. Ella le indicó que llegaría primero y que lo haría vestida de chico, por lo cual, si no deseaba verla con esa indumentaria, le pidió que le franquease la puerta y sin verla la dejase entrar al baño. Una vez allí se ducharía, se arreglaría y media hora más tarde llegaría su amiga.
Le dijo que en menos de veinte minutos podría estar en el hotel ya que no vivía muy lejos. Él se limitó a pasarle el número de habitación, cerrando el chat seguidamente.
A lo largo de aquellos veinte minutos de espera su cabeza no dejó de trabajar. De una parte, la excitación ante todo lo que se avecinaba y de otra sus dudas a la hora de valorar si había sido la mejor opción, se mezclaron como un cóctel explosivo en su cabeza que no dejó de darle vueltas.
De repente, una leve llamada a la puerta delató la ...
... presencia de alguien. Se acercó y sin franquearla preguntó por la identidad de la persona que había tras ella. Una voz con tono de mujer se limitó a responder "soy yo, la mulata".
Entreabrió la puerta, se retiró del corto pasillo que daba acceso al dormitorio y dejó que accediese al interior del baño.
Durante el tiempo en que se duchó y se preparó, él se encargó de adecuar la habitación para la ocasión. Apagó la mayor parte de las luces dejando sumida la estancia en una penumbra agradable y sensual; se quitó parte de su ropa y aguardó sentado sobre la cama.
Diez minutos después "mulata sensual" hizo acto de presencia. Las fotos que le había mostrado no le hacían justicia. No muy alta, con un cuerpo espectacular, su larga peluca negra, aquel tanga de reducidas dimensiones, un sujetador pequeño y aquella pulsera tobillera hacían resaltar su atractivo de manera desmesurada.
Quedó mirándola con detenimiento no pudiendo evitar que su pene alcanzase el máximo de la erección, algo que no pasó desapercibido para ella que premió su actitud con una sonrisa. Luego se acercó y lo besó en la boca con un beso interminable pleno de sensuales evocaciones.
Comenzó a tocarlo y a punto estuvo de hacerlo correr, sin embargo logró contenerse. No deseaba que tal cosa sucediese al menos hasta que su amiga estuviese con ellos.
Le ofreció una copa que ella aceptó y se sentaron a charlar a la espera de la llegada de la visita que esperaban.
- Cariño - le dijo -, tanto mi amiga como ...