1. Vi a Patricia y a su alumno en pleno acto


    Fecha: 29/09/2018, Categorías: Gays Autor: Adolfo LM, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos, me presentaré antes que nada. Me llamo Adolfo, tengo 56 años y soy cabeza de una universidad en la zona norte del país, me reservo el dónde. Soy de piel morena oscura, mido 1.81, peso actualmente 117 kilos, se nota bastante mi sobrepeso, pero eso no opaca el tamaño de mi miembro. Me mide 18 centímetros en erección, puede que poco más si bajara de peso, pero llevo siendo así casi toda mi vida y a esta edad pocas cosas me importan menos que eso. Siempre llevo mi barba bien recortada y mi cabello también, ya están ambas blancas por la edad.
    
    Bien, esto empieza la semana pasada. Tuve que ir a la universidad por la noche, estar presente en una votación respecto al plan de estudios de varias carreras. Acabó temprano, relativamente, eran apenas las diez de la noche cuando por fin tuve la oportunidad de irme, pero decidí quedarme un rato más a darle la buena cara a los docentes, darles la despedida y hacer tiempo para fumar cigarro sin que mi esposa se entere, además, la universidad de noche es mi santuario. Puedo pasearme por los pasillos si quiero con la verga de fuera, nada ni nadie puede verme, si eso las cámaras pero sé dónde cuidarme. Suelo pasearme de un edificio a otro o entre pasillos. Se vació totalmente para las doce y fue entonces cuando mi caminata empezó. Encendí mi cigarro y caminé junto a la reja que separa la calle del interior, pasé la caseta, seguí más allá hasta llegar al lado del primer edificio. Todo estaba en completo silencio, sólo escuchaba ...
    ... mis pasos y al viento moviendo los pinos.
    
    Todo iba bien, me paré para encender otro tabaco y entonces me di cuenta de algo raro. Al final del edificio, en el último aula, la que va dirigida a derecho, juicios orales, la luz estaba prendida. Decidí apagarla cuando, inevitablemente, pasara por ahí. No le di mayor importancia. Seguí caminando hasta que, finalmente, me llegó un dulce sonido de gemidos. Al principio me asusté. Gemidos en la noche en la universidad, pero luego pude sentir como un escalofrío me bajaba de la espalda al darme cuenta de que eran gemidos de placer. Alguien estaba cogiendo cerca y yo los escuchaba.
    
    Enseguida, seguí caminando, intentando acercarme a la fuente del sonido. Llegué a la ventana de juicios orales y vi a Patricia, la única profesora negra de la escuela, sentada sobre un hombre al que no pude identificar en el momento. Él estaba sentado sobre el escritorio con las piernas bien abiertas, Patricia claramente estaba siendo penetrada por un pene que, con sólo ver el pedazo que entraba en la vagina, supe que era muy ancho, más de lo normal. Ella llevaba el ritmo y él simplemente se limitaba a acariciar el vientre embarazado de ella. Subía y bajaba a su antojo y me quedaba claro que, quien quiera que fuese el tipo, no era su primera vez. Movía ligeramente la cadera, hacía que su pene se moviese de manera sutil mientras Patricia lo disfrutaba. Verla así me puso a cien en un segundo, su hermoso rostro, su amplia frente, sus enormes tetas (que ya ...
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