Tomás y yo, dos chicos en pubertad - Relatos Eróticos

Tomás y yo, dos chicos en pubertad

Soy un chico de 16 años, pelo castaño claro, ojos cafés. La historia es con mi mejor amigo, llamado Tomás, el tiene 15 y vive cerca mío, en Santiago, Chile.

Todo comenzó el verano pasado cuando yo estaba solo en mi casa jugando al pc (porque mis padres trabajan) y tomás llegó para jugar un rato. Después unos minutos, yo le ofrezco bañarnos en mi piscina, hacia mucho calor a esa hora, pero el me dice que no tiene traje de baño y yo le dije que se bañara desnudo, a lo que el me dijo que ni cagando lo hacía, así que le dije que yo también lo haría para que no se sintiera mal

Después de alrededor de una hora bañándonos y jugando en el agua noté que al Tomás se le estaba parando un poco el pene (a mi también) así que le dije que fuéramos a mi cuarto. Llegamos y el se tapo con su ropa altiro. Se me ocurrió mostrarle una revista porno que me habían prestado en el colegio, a lo cual el aceptó. Estábamos los dos en mi cama cuando noto lo muy grande de su paquete, yo estaba desnudo y lo tenia muy parado. El me miraba a cada rato mi pene. Estabamos muy calientes así que le dijé que nos pajeáramos. El me dijo que nunca lo había hecho con alguien pero como yo era su mejor amigo no le importaba.

Cada uno estaba haciéndolo por su lado, hasta que le dije.- Lo tienes muy grande, incluso creo que más grande que el mío pa ser mas joven que yo, el rió y me dijo que los midiéramos. Nos paramos uno enfrente del otro, el agarró el mío para llevarlo junto a su pene, eran del mismo porte, ...

... alrededor de 17cm. Yo le pedí que me pajera él, me dijo que no a menos que yo se lo chupara primero. Así que eso hice por un rato hasta que el me pidió chupármelo. A esa altura estábamos los dos desnudos acostados en mi cama. Los dos estábamos gozando mucho, yo le afirmaba la cabeza mientras el con su boca y su lengua me hacían gemir de placer.

En eso sonó el teléfono, era su mamá, se tenía que ir, así que me dio un pequeño beso en la cara y se fue.

En la noche fui a su casa a buscarlo, me abrió su mamá y me contó que el tomás no se sentía bien y que estaba encerrado en su pieza y que lo fuera a animar. Yo me asusté y pensé que se había arrepentido de lo que habíamos hecho. Entré y el tomas tenia los ojos llorosos, me senté al lado del y le pregunté que qué le pasaba. El me miró y me dijo que no quería hablar ahora porque no sabía que estaba sintiendo y no me podría explicar. Lo abrace por un rato y le dije que me contará lo que quisiera, que yo lo quería mucho y nunca me enojaría con él.

Tomó aire y me dijo que el también me quería, que le había gustado mucho lo que pasó en la tarde y que lo había querido hacer desde hace tiempo, termino sus palabras con un: Me gustas! Además de un par de lagrimas en sus ojos. Yo no podía hablar y solo le dije tu también y lo besé.

Estuvimos abrazados un rato en su cama, hasta que le dije que dije que en una hora volverían mis padres que habían ido a arrendar una película para que nosotros viéramos con más amigos. Me pidió volver a ...