El jabón de glicerina, ayuda mucho - Relatos Eróticos

El jabón de glicerina, ayuda mucho

... entre.
Se puso boca arriba y me animo a montar, lo hice y agarrando esa estaca me la fui metiendo de apoco con esfuerzo y dolor del desvirgue que me sometía.
Cuando ya no me entraba más y pude mirar, no podía entender. Quedaban varios centímetros afuera todavía
- Buena concha, nadie comió tanto, dijo con esa cara de depravado que tenía cuando sonreía.
Me hizo subir y bajar agarrando mis caderas hasta que volví a reventar... Me tire a un lado para que no se meta lo que faltaba, y la fui sacando despacio ya que dolía como cuando entró.
Me dejó descansar unos segundos mientras me ponía boca abajo con varias almohadas debajo de mi pelvis 
- El culo ni loca! Le grite casi sin fuerzas.
Su risa atronó el lugar. Y me a laro que por ahora no buscaba eso. Pensé para mí, ni ahora ni nunca, pero sentir que me abría la concha de nuevo, me volvió a la realidad
Era la invasión a todo mi ser. Ocupaba lo.que nadie nunca y me empezó a cojer se movía a ritmo medio y empezaba a apurar
Cuando iba a acabar quise pedirle que afuera lo haga, pero se le había hinchado más y no pude hablar 
Me inyectó la leche. Así lo sentí.
Fuertes chorros espesos sin pausa me quemaban las entrañas y me hacían retorcer sin control.
Me la dejo adentro hasta que se le aflojó y la sacó.
Lo miré y con la pija caída de lado sobre una de sus piernas respiraba agitado. El tamaño de ese tronco en reposo era mayor a muchas pijas paradas que he visto.
Me rompiste toda la.dije por una fuerte puntada que tuve.
- Con glicerina
- Que cosa? Le pregunté
- Con glicerina ayuda mucho para cuando te rompa el culo y echo a reir