Compartiendo a mi esposa con mi amigo de toda la vida
Fecha: 04/10/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
He estado esperando ansiosamente la oportunidad para compartir la inolvidable experiencia que vivimos mi bella esposa Ary, Rodolfo mi amigo de toda la vida y yo, Pepe. Somos una pareja casada hace más de 12 años y, aunque ya no somos unos jovencitos, mi esposa se mantiene en perfecta forma pues las horas en el gimnasio y la excesiva dieta propia de las mujeres, le han ayudado a mantener un cuerpo que envidiarian cualquier jovencita. Ella mide 1.65 mts, pelirroja, de unas piernas increíbles, y un culito precioso, el cual tarde más de 6 años en poder gozar. Tiene una panochita bien rica y rosadita, muy sensible, la cual le gusta mantener siempre depiladita y muy fresca. Lo único que hasta hace un año la hacía sentir muy mal eran sus tetas, ya que aunque tiene unos pezones enormes, sus pechos apenas alcanzaban la talla 32A. Yo soy un tipo bastante regular, me mantengo en forma gracias a 1 hora diaria en el gimnasio y caminatas regulares, lo que sobresale de mi es una verga gruesa y venosa, con una cabeza del tamaño de una pelota de tenis. No es muy larga (18 CMS), pero lo grueso lo compensa con creces (eso me ha dicho más de una mujer). Nuestra vida sexual ha tenido altos y bajos como todas las parejas, en parte al trabajo y en parte a la fijación que tenia mi mujer con sus tetas pequeñas. En cuanto a las aventuras, gracias a mis asiduas lecturas de relatos eróticos, cada vez la he ido llenando de fantasías sexuales y de locuras que pensé, jamás se atrevería a experimentar. Aún ...
... recuerdo la primera vez que, mientras la penetraba de perrito, le pregunté si le gustaría coger con alguien más. No me dijo nada, pero se corrió como pocas veces la había visto. Con el tiempo la calentaba diciéndole que no se pusiera bra, o que dejara que se le saliera un poco la tanga mientras caminaba en el. gym. o mientras cogíamos le preguntaba si había visto como la. miraba el vecino o así. Poco a poco fue atreviéndose a más, hasta que un día en su trabajo, la anime a ir sin usar bra. Ese día tendría una junta ejecutiva con sus jefes y estaba seguro que más de uno gozaría con el espectáculo. Ese día llevaba un pantaloncito de vestir, una blusa profesional y una chaqueta, la cual tarde o temprano se tendría que quitar y todos gozarían viendo a mi bella mujercita. Esa noche cuando llego a casa pude notar una tristeza inmensa en su rostro, le pregunté por lo que había pasado, se veía que había llorado por todo el camino, lo cual me preocupo. Ella me contó lo sucedido, habla llegado muy ilusionada a la junta presumiendo su espectacular trasero, ya que el pantalón de vestir le quedaba pegadito en las nalgas y la tanga le hacía resaltar sus bellas formas. En realidad estaba disfrutando ser el centro de atención de sus compañeros, disimuladamente veía como no le quitaban la vista de encima y sentía que la desvestian con la mirada. Todo iba perfecto hasta que llegó Cristina, otra compañera de trabajo, la cual era fea y sin clase. Pero tenía unas tetas impresionantes y le gustaba ...