Compartiendo a mi esposa con mi amigo de toda la vida - Relatos Eróticos

Compartiendo a mi esposa con mi amigo de toda la vida

... confianza. Empecé a notar cierto nerviosismo en mi mujer, sus labios se le veían abiertos y la respiración un poco agitada. Rodolfo acepto mi propuesta y nos pidió que nos voltearamos para no verlo. Mientras se desvestia mi esposa me miraba con cara de interrogante, aunque en el fondo yo sabía que era la oportunidad que ella estaba esperando. Yo por mi parte estaba mirando a mi amigo, aunque los años habían pasado se mantenía en buena forma, pero cuando se quitó el bóxer me asusté al verle ese pedazo de verga. Fácilmente debia medirle unos 24 centímetros o más. En reposo se veía más grande que la mía, estaba circuncidado, lo cual le hacía notar una cabeza gigante. Mi esposa me miraba y me preguntó, -oye. Cómo la tiene?. -que cosa pregunté? - Su verga!. A pues tendrás que esperar un rato más a ver si podemos meterlo a nuestro juego le respondí. Ella me. guiño el ojo. Esto se pondrá de lujo, pensé para mí. La velada estaba de lo más divertida, anectodas de la escuela, vasos de whisky y música de fondo mientras nos movíamos en la piscina de un lado a otro. De vez en cuando se acababa la bebida y mi esposa se ofrecía amablemente a traernos más, para lo cual tenía que salir de la alberca y darnos un espectáculo grandioso mientras lo hacía. Rodolfo no pérdida detalle de su magnífico cuerpo y sus recién operadas tetas. Poco a poco la plática fue derivando a temas sexuales, podía sentirse el ambiente muy erótico, mi esposa se paseaba en medio de sus dos machos. Cada vez más se ...

... sentía dueña de la situacion, sabía que la admirabamos y ella era el centro de atención. En un momento dado se terminó el CD del reproductor y le pedí que fuera a cambiarlo. Me quede solo con Rodolfo y le dije, - que te parece mi vieja? A lo que me respondió. -Me gustaría contestarte, pero creo que lo que mejor describe mi opinión es esto. En eso se para y pude verle en primer plano su enorme verga. Inflamada por la excitación y el deseo, sus venas se veían palpitando y su cabeza brillaba desafiante. -epale compadre! Tremendo animal que te cargas ahí, le dije. El tremendo animal es tu vieja, me respondió. Ya agachate, no vaya a ser que te vea y se le antoje. Mientras decia eso, mi esposa venía del baño y alcanzó a ver tremendo falo y dijo -perdón, si quieren los dejo mientras siguen con sus juegos de niños y soltó una nerviosa carcajada. -cuales juegos de niños, le pregunté. - pues el de compararse los aparatos, me dijo la muy picara. Volvió a acercarse con nosotros y se metió otra vez al agua. No sé si era el alcohol, el reciente descubrimiento de la verga de mi amigo, o Barry White que sonaba en la música de fondo, pero el ambiente estaba mas cachondo que el agua para chocolate. Los pezones de mi mujer amenazaban con romper la tela de su bikini y su rostro se veía rojo, como un tomate. -oye mi amor, interrumpí el momento. No tiene caso que lleves sujetador del bikini. Estamos en confianza y además los pezones se te notan muchísimo. Quitatelo por favor. -Ademas ya me la viste ...